INTRODUCCIÓN.-Sin ánimo de crear polémica, en pro de la defensa de la verdad, y, en contra de lo postulado por la absurda, errónea, sectaria y mentirosa “Ley de Memoria Histórica” y su futura modificación como “Ley de Memoria Democrática”, ensalzando las virtudes de heroísmo, patriotismo, entrega del que fue su primer Jefe José Millán Astray que supo, con su liderazgo y ejemplo, inculcar a la Unidad Militar, hoy en día conocida por LA LEGIÓN, el “Credo de la Legión”, hito nunca conseguido por ninguno de los primeros Jefes, me atrevería a asegurar, de ninguna de las unidades de choque de Infantería creadas en el mundo.
Pero la historia son los hechos que sucedieron y cómo sucedieron y así hay que relatarla, no como a más de uno le hubiera gustado que sucediera.
Todo lo que se relata en esta síntesis del libro de investigación DEL TERCIO DE EXTRANJEROS A LA LEGIÓN –sus principales protagonistas (Historia de su creación y evolución), publicada por la editorial GALLAND BOOKS, está documentado por las disposiciones publicadas en los diarios oficiales del Ministerio de la Guerra en el año 1920 y posteriores, además de documentación original que se incluye en la investigación.
Aunque la idea venia estudiándose desde el año 1905 con el ministro Agustín Luque, basándose en un informe, del entonces teniente coronel Villalba Riquelme, que siendo ayudante del general jefe del Estado Mayor Conjunto García de Polavieja, fue nombrado como jefe de la comisión para presenciar las grandes maniobras que el Ejército de Francés iba a desarrollar en el mes de septiembre de este mismo año (R.O.C. 04/08/1905, D.O. nº 173) ,siendo premiado con una Cruz Blanca de segunda clase y la medalla de la Legión de Honor concedida por el Presidente de la República de Francia (hoja de servicios).
Pero unas veces por negativas parlamentarias de la oposición de turno, la dificultad de hacerlo compatible con la Ley, en vigor, del servicio militar y voluntariado, la Ley de reorganización del Ejército de 1918– para reducir los cuadros y contingentes excedentes de las guerras de Cuba y Filipinas– otras veces por los sucesivos cambios de Gobierno, con distintos criterios de enfocar y solucionar el problema (en el periodo 18-04-1900/15.04-1919) hubo, en 19 años 31 gobiernos , y la más importante, la falta de un presupuesto que permitiera dotar el arranque de la recluta voluntaria de forma efectiva, terminaron por frenar las distintas iniciativas estudiadas.
A este panorama hay que añadir, en el ámbito militar, la presión ejercida por las Juntas Militares de Defensa de Artillería e Ingenieros, creadas en la R.M. de Cataluña, motivado por la concesión de ascensos y condecoraciones en Marruecos, a la que después se sumó la de Infantería.
La Unidad militar se crea, en principio, como “TERCIO DE EXTRANJEROS”, a propuesta del Ministro de la Guerra José Villalba Riquelme, después de una exposición de motivos del ministro, como da fe el R.D firmado por S.M. el Rey Alfonso XXIII, de acuerdo con el Consejo de Ministros (sic).
“Exposición.-Señor: La conveniencia de utilizar todos los elementos que puedan contribuir a disminuir los contingentes de reclutamiento en nuestra zona de protectorado en Marruecos, inclina al Ministro que suscribe a aconsejar, como ensayo, la creación de un Tercio de Extranjeros, constituido por hombres de todos los países, que voluntariamente quieran filiarse en él para prestar servicios militares, tanto en la Península como en las distintas Comandancias de aquel territorio. Fundado en estas consideraciones, el Ministro que suscribe, de acuerdo con el Consejo de Ministros, tiene el honor de someter a la aprobación de V.M. el siguiente proyecto de decreto. Madrid veintiocho de enero de mil novecientos veinte.
Señor A L.R.P. de V.M. –firmado-JOSÉ VILLALBA
Real Decreto .- A propuesta del Ministro de la Guerra y de acuerdo con el Consejo de Ministros,
Vengo a decretar lo siguiente:
Artículo único. Con la denominación de Tercio de Extranjeros, se creará una unidad militar armada, cuyos efectivos, haberes y reglamento porque ha de regirse, serán fijados por el Ministro de la Guerra.
Dado en Palacio a veintiocho de enero de mil novecientos veinte.
ALFONSO
El Ministro de la Guerra- firmado-JOSÉ VILLALBA (D.O. nº22 de 29 de enero de 1920.)
A partir de este R.D. el Ministro Villalba dispone que el teniente coronel, recién ascendido, José Millán Terreros que luego, sobre el año 1926, oficialmente, cambiaría sus apellidos por los de Millán-Astray y Terreros, se incorpore a la comisión, creada en el ministerio de la guerra, para la organización del recién creado Tercio de Extranjeros, como figura en su hoja de servicios. Hecho silenciado por cuantos historiadores han escrito sobre esta gloriosa unidad, incluido el propio Millán Terreros en sus memorias.
EL general Villalba Riquelme, conocía muy bien a Millan Terreros ya que coincidieron cuatro veces en sus carreras militares: primero lo tuvo de alumno en el año 1894 cuando ingresa de cadete en la Academia de Infantería, más tarde cuando Millán Terreros, después de finalizar el curso de E.M., fue destinado como profesor en la Academia de Infantería, a petición del coronel Director de la Academia (Villalba Riquelme). En sus memorias Millán-Astray, relata que la obra “Táctica de las tres Armas” era su preferida, texto escrito por Villalba, premiada por la Reina Regente María Cristina con un ascenso a capitán (O.R. de 23 de mayo de 1889 -D.O. nº 115, pag. 65) y con una Cruz Blanca por introducir mejoras. Tuvo 11 ediciones, declarada texto legal en las Academias y en la Escuela Superior del Ejército hasta el año 1947.
La tercera vez que coinciden es en Melilla, al ser destinado Millán a la oficina de asuntos indígenas, dependiente del general Jefe de tropas Villalba Riquelme, siendo Comandante Militar de Melilla el general Gómez Jordana y la cuarta en Larache, Millán al mando de un Tabor de Regulares en el Grupo de Regulares de Larache, mandado por Francisco Berenguer, hermano de Dámaso que después fue Alto Comisario de España en el Protectorado de Marruecos, cuando Millán Terreros inicio la organización física del Tercio de Extranjeros.
Pero las cosas de gobierno no son tan rápidas como se esperaban ya que los problemas más acuciantes, con los que se encuentra el ministro Villalba Riquelme al hacerse cargo de la cartera ministerial, eran: La necesidad de controlar o quitar protagonismo a las Juntas Militares, que en muchos casos rayaban en la indisciplina; Los Presupuestos G.E. prorrogados desde el 1914, que condicionaba cualquier decisión con coste económico ; La urgencia de disminuir con voluntarios, los contingentes en el Ejército de África; La Ley de Reorganización del Ejército de 1918 que era urgente acometer ya que, como consecuencia de la pérdida de las colonias, el Ejército estaba sobredimensionado y, además, esta Ley no permitía crear nuevas unidades; La necesidad de impulsar la Aviación Militar y adaptar sus plantillas a la Ley de 1918 y por último, dotar al Ejército de un único uniforme, para paliar el problema de vestuario y el endeudamiento de las unidades por este motivo.
El orden en que se exponen los problemas no es un capricho personal, sino el orden en el que fueron publicándose los distintos R.D. y leyes para solucionarlos, además de tener que afrontar los causados por las huelgas de los sindicatos, los políticos y de orden público en Cataluña. Pero quizás las más importantes fueran los tres que figuran en negrilla.
El 21 de abril de 1920, por primera vez después de 6 años,se aprueba la Ley de Presupuestos Generales del Estado, esto se consiguió, después de una ardua pelea en el Congreso, siendo publicados en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra (D.O. nº 98 01/05/1920).
En el mismo D.O. en el apartado Plantillas dispone, a propuesta del Ministro de la Guerra, que las unidades ajustasen sus necesidades a los créditos asignados en la Ley de presupuestos sección 4ª y a las plantillas que se unían a dicha disposición, debiendo proceder las unidades, a licenciar el sobrante en un 10% del efectivo que sobrepasase dicha plantilla de presupuesto. En su apartado 4º especifica <<Figurando en los referidos estados, plantillas para unidades armadas, que aún están por crear, no se cubrirán aquellas, ínterin, no se dicten por este Ministerio las disposiciones para su organización>>. De esta forma se deja margen y la puerta abierta, para iniciar el proceso de constitución efectiva del Tercio de Extranjeros, ya que en laLey de 1918de reorganización del Ejércitoimpedía la creación de nuevas unidades.Una Ley, no se puede modificar si no es por otra disposición del mismo rango.
En el ambiente general en el que se están desarrollando los hechos relatados, se cometen, impunemente, 230 graves atentados contra el ferrocarril, que son denunciados en la conferencia ferroviaria celebrada en Madrid a finales de marzo. Estos delitos hicieron que las peticiones de justicia llegaran a las Cortes para que fuesen investigadas, impedidas y sancionadas mediante el establecimiento de medidas de excepción.
El Presidente del Consejo de Ministros Allendesalazar, una vez libre de la pesadilla del presupuesto y en evitación de emplear medidas más contundentes contra los huelguistas, dimite el 3 de mayo y con él todo su gabinete.
Esto motiva que el Ministro de la Guerra, después de haber allanado el camino legislativo y económico que impedían crear nuevas unidades, no tuviera tiempo material para cerrar el último paso, la materialización física del Proyecto de creación del Tercio de Extranjeros.
El 5 de mayo, le fue admitida la dimisión al Ministro de la Guerra Villalba Riquelme y en el mismo D.O. S.M. el Rey nombra Ministro de la Guerra a Luis de Marichalar y Monreal, Vizconde de Eza. El nuevo Ministro, con anterioridad, había sido Alcalde de Madrid y Ministro de Agricultura, y de esto poseía amplios y vastos conocimientos, pero de la Guerra y del Ministerio, con sus peculiaridades, sabía muy poco y debió documentarse ampliamente y, sobre todo, asesorarse antes de tomar sus decisiones.
Es curioso que achaquen al Ministro Villalba-nombrado de nuevo General Gobernador del Campo de Gibraltar, cargo que ejercía antes de ser nombrado Ministro de la Guerra, que no ejecutara el R.D. de creación del Tercio de Extranjeros, e incluso, se le acusa de arrinconarlo (Paul Preston en su obra “Franco”) o de haberlo dejado en abril en suspenso, cuando la leyes vigentes y los recursos económicos disponibles, en esos momentos, no lo hubieran permitido. Estos dos factores obligaron a estudiar la forma legal de soslayarlos, adaptando las distintas disposiciones al momento oportuno, facilitando la toma de decisiones legal y eficazmente, cosa que se consiguió. Sin estos requisitos, no se hubiera podido llevar a buen término la empresa.
Las interrogantes por qué, para qué, cómo y dónde, habían encontrado solución, solo faltaba publicar las normas que ya estaban confeccionadas, quién sería su primer Jefe y un poco de tiempo para la materialización fisca de la nueva unidad “El Tercio de Extranjeros”.
El miércoles 1 de septiembre se publica el R.D. (D.O. nº 195 de ¡/09/1920) donde, S. M. el Rey decreta,al Ministro Marichalar (sic) << Para llevar a la práctica Mi decreto de 28 de enero del año actual, por el que se dispone la creación de un Tercio de Extranjeros, a propuesta del Ministro de la Guerra vengo a decretar lo siguiente:
- 1º-Proceder a la organización de la Unidad, autorizando al Ministro para que fije efectivos, haberes y reglamento.(Ya estaban confeccionados por la comisión en la que trabajó Millán Terreros)
- 2º las normas para la financiación de la unidad. (Ya estaban dadas en las plantillas a las U,s para que se ajustaran al presupuesto.
- 3º El aumento del gasto que ocasione, se compensara con las economías que se obtengan, como consecuencia de dejar sin cubrir todas las bajas que ocurran en las tropas peninsulares de África durante el actual ejercicio, por repatriación de unidades y entretanto, por licenciamiento de individuos del tercer año de servicio en las referidas tropas en la proporción de dos de estos por cada soldado filiado en el Tercio(ya estaba previsto y fijado en el R.D. del 28 de enero y en el 10% ordenado.
El 3 de septiembre se confiere el mando del Tercio de Extranjeros al teniente coronel de Infantería José Millán Terreros, destinado en el Regimiento de Infantería Príncipe nº3 (D.O. nº 197 de 02/09/1920),como no podía ser de otra manera dado su empuje e ilusión puestos en la empresa, aunque para su designación debió moverse con celeridad para cumplir lo dispuesto en la R.O. de 31 de enero de 1920 (D.O. nº 25 de 1/02/1920) y buscar los apoyos válidos y suficientes para que le asignaran elMando de esta Unidad de Choque, para que la consulta del Ministro Marichalar al Alto comisario Berenguer, y la contestación de Éste, fuera favorable a la designación como mando del Tercio de Extranjeros.
Esta R.O. modificando la provisión de vacantes y asignación de destinos a Marruecos, fue necesaria para hacer inútiles una de las reivindicaciones de las Juntas de Defensa.Disponía en su artículo 17 que << los destinos en Marruecos, de Jefes de Unidad y de Regulares Indígenas, se harán por el Alto Comisario de España en Marruecos, oídos los Comandantes Generales de Melilla, Ceuta y Larache, que será quien curse a este Ministerio la propuesta correspondiente>> y no como se hizo con anterioridad en la primera jefatura de las Fuerzas Regulares Indígenas de Marruecos, que causó malestar entre los jefes y oficiales en su momento.
El Alto Comisario en Marruecos era el general Berenguer, el Comandante General de Melilla era el general Fernández Silvestre,que aunque conocía bien a Millán Terreros no congeniaba con el Alto Comisario, el Comandante General de Ceuta era el general Álvarez del Manzano, nombrado en sustitución de Fernández Silvestre por el ministro Villalba Riquelme que pasó a Melilla- no el propuesto por el Alto Comisario Berenguer,Gral Martínez Anido, y el Comandante General de Laracheerael general Barrera Luyando que había sustituido, en su momento, a Villalba Riquelme cuando este ascendió a Gral. de División por méritos de guerra.
Posteriormente, el domingo 5 de septiembre de 1920 (D.O. nº199 de 05/09/1920), en el apartado Negociado de Asuntos de Marruecos, se fijan las reglas por las que ha de regirse la organización del Tercio de Extranjerosredactadas, en su momento,con la colaboracióndeMillán Terreros, como se ha relatado anteriormente (régimen de vida, plantillas, vestuario, haberes, reenganches etc.).
Desde este momento Millán Terreros desde Ceuta, Plaza a la que llega el 11 de septiembre de 1920, con su capacidad de liderazgo, se dedica, junto al comandante Francisco Franco, en cuerpo y alma a la tarea encomendada, insuflando a la Unidad que está organizando, la mística, el espíritu y los mandatos de la Unidad, imprimiéndole un carácter muy personal con el Credo, moderno código de Honor, que es lo que ha permitido a la Unidad actuar en combate como lo hace, y, lo más importante, permanecer hasta nuestros días a pesar de las dificultades habidas y del último intento, de uno de los Gobiernos por suprimirla.
Como prueba de ello y de la iniciativa, el permanente ejemplo y el coraje de Millán Terreros y como no, gracias a los apoyos recibidos, tan solo 53 días después de su llegada a Ceuta, el 11 de septiembre, en la hoja de servicios de Millán figura que (sic) << el 3 de noviembre salió con la 1ª Bandera de la posición de Riffien de marcha a Rincón del Medik y el 4 continuó a Tetuán, donde desfiló ante el Alto Comisario>>. En tampoco tiempo amalgamó, vistió y equipó a hombres de varias procedencias, hablando, incluso, distintos idiomas y con distintas motivaciones en su alistamiento, disciplinándolos y haciendo que se comportasen y actuasen como un todo, máxime con unos cuadros de mando de tropa (cabos, cabos 1º y sargentos) sin una adecuada formación de base. Sin duda todo un record de instrucción.
Con la denominación de “Tercio de Extranjeros”, la unidad permanece hasta el año 1925 cuando el Presidente del Directorio Militar, general Primo de Rivera, dispuso que pasase a denominarse “Tercio de Marruecos” (D.O. nº 37 de 17/02/1925), dándole nuevas plantillas y en marzo del mismo año, se publica una circular disponiendo que el” Tercio de Marruecos” antes llamado “Tercio de Extranjeros”, se denomine simplemente “El Tercio”. (D.O. nº 48 de 03/03/1925)
Esta nueva denominación viene justificada en la Circular << porque en su breve y gloriosa historia ha consagrado este nombre y que el personal de tropa, a él perteneciente, se designe con el nombre de “legionarios”, puesto que La Legión es unidad fundamental de su organización >>.
El 1 de octubre de 1927 Millán–Astray asciende a general de brigada por méritos de Guerra. Al día siguiente, se inserta (D.O. nº 22º de 02/10/1927). un R.D. de S. M. el Rey, que decía lo siguiente(sic)<<Queriendo dar una prueba del aprecio que Me merecen los meritorios servicios prestados a la Patria y al Ejército por el General de brigada don José Millán-Astray y Terreros como organizador y primer jefe del Tercio, y deseando que tan brillante Cuerpo cuente siempre en sus filas al que supo infiltrarle desde el primer momento las virtudes militares que hoy le adornan, a propuesta del Ministro de la Guerra –Juan O´Donell Vargas- y de acuerdo con el Consejo de Ministros. Vengo en nombrar al referido General coronel honorario del Tercio. Dado en Palacio a primero de octubre de mil novecientos veintisiete.
Posteriormente, por circular de 14 de junio de 1934 (D.O. nº 135 de 15/06/1934, se modifica de nuevo la orgánica del Tercio articulándose en dos Legiones independientes administrativamente, una en Ceuta y otra en Melilla y se crea una Inspección con dependencia administrativa de la Legión de Ceuta, dando cometidos y responsabilidades.
Dado el carácter y méritos contraídos, por el que fue su primer Jefe Millán-Astray y el carácter y espíritu que le imprimió a esta Unidad de leyenda y orgullo de la Infantería española, el general Francisco Franco, habiendo sido el primer Jefe de la I Bandera del Tercio de Extranjeros en los primeros pasos dados en Marruecos, y en ese momento Jefe del Estado Español, el 8 de mayo del año 1937, en plena Guerra Civil, el Tercio cambia de nuevo la denominación por el de “La Legión” y la Legiones por los de Tercios, también cambia la organización y cometidos de sus Unidades al mando de un coronel, con una Plana Mayor de Mando, una unidad de depósito y dos Tercios al mando de dos tenientes coroneles, dependiendo, administrativamente la Plana Mayor y Unidad de depósito, del II Tercio ubicado en Ceuta (B.O.E. nº 203 de 11/05/1937).
Vemos pues que la unidad ordenada crear inicialmente por S. M. el Rey Alfonso XIII como “Tercio de Extranjeros”, a propuesta del Ministro de la Guerra Villalba Riquelme, se ha convertido con el paso de los acontecimientos y el cambio progresivo de denominaciones, en la que debió pensar Millán Terreros cuando visitó la Legión Extranjera francesa.
En diciembre de 1943 se ordena que, en lo sucesivo, los Tercios I, II y III lleven los nombres de Grandes Capitanes de los Viejos Tercios, pasando a denominarse: I Tercio en Melilla “Gran Capitán”, II Tercio en Ceuta “Duque de Alba” y el III Tercio en el Sahara “Juan de Austria”, posteriormente un IV Tercio, en el Sahara “Alejandro Farnesio” (D.O. del M.E.(Año LV.-Num.1, 01/01 /1944).