Para conocimiento del lector y a modo de comprobación de las conclusiones parciales sacadas de cada conflicto o elemento de discusión y su posible evolución en el tiempo, se debe tener en consideración que la toma de datos para la confección de este trabajo se cerró a fecha 25 de enero de 2015.
ANÁLISISLa crisis de Ucrania.- Aunque los conflictos internos y determinados levantamientos populares de corte nacionalista en el país comenzaron en noviembre de 2013, ha sido 2014 el año en el que se han sucedido la mayor parte de los acontecimientos de importancia en el territorio: levantamientos populares que forzaron la caída de su gobierno de corte prorruso legalmente establecido; nuevas elecciones, la peculiar anexión semi-incruenta de la estratégica Península de Crimea a la esfera de control rusa; los levantamientos y enfrentamientos de carácter militar en la parte Este del país con apoyos externos de diversa intensidad; la implantación de una misión de la OSCE para controlar la verificación de los nunca cumplidos acuerdos internacionales de alto el fuego en el territorio; el derribo de un avión civil de pasajeros de la compañía aérea Air Malaysia cuando sobrevolaba el espacio aéreo ucranio, cuya autoría sigue estando aún cuestionada, los intermitentes enfrentamientos bélicos; los problemas, sanciones y amenazas entre Rusia y EEUU y la UE principalmente; las acciones derivadas de la OTAN y por último, la declaración del gobierno a finales de 2014 para acercarse progresivamente a la OTAN hasta pasar a formar parte de la misma; hecho este, que ha incrementado, si cabe, las fobias e iras rusas sobre el país y sus gobernantes. Desde el inicio del conflicto y según informes de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (UNOCHA) ya se han producido más de 1,2 millones de desplazados en Ucrania a consecuencia de los combates en el Este del país.
Ucrania es considerada tradicionalmente por Rusia como un territorio al que nunca se debe renunciar tanto para facilitarle el amortiguamiento de cualquier confrontación proveniente desde Europa por dicho flanco (Buffer Zone) como para evitar que la OTAN comparta fronteras con Rusia en dicho enclave. La anexión de la Península de Crimea por parte rusa, no solo tuvo un carácter emocional, nacionalista o reivindicativo de sus antiguos territorios, sino también estratégico dado que en ella está instalada la Base Naval rusa de Sebastopol, muy importante para propiciar su salida al Mar Negro y con ello, al Mediterráneo.
Existe un cuarto gigante en juego en esta crisis, China, país que lleva algunos años negociando con el anterior gobierno prorruso ucranio contratos de varios miles de euros para la explotación de tierras fértiles, compra de explotaciones cárnicas, búsqueda y obtención de recursos mineros de determinados metales muy preciados para China (destacando el tungsteno y el uranio), compra de tecnologías militares (el único recientemente adquirido portaaviones chino era uno ucranio remozado) y la adquisición de conocimientos en materia aeroespacial (Ucrania es un país puntero en dicha materia y China quiere mejorar mucho sus capacidades). China, por otro lado y aprovechando esta crisis, ha acelerado los tratos con Rusia para la construcción de dos importantes gaseoductos que le aseguren un importante abastecimiento de gas ruso en los próximos treinta años.
El tema de Ucrania no se encuentra cerrado ni mucho menos, Putin mantiene su pulso sobre el territorio alegando que lo que realmente se ha llevado a cabo en el país fue un golpe de Estado contra un gobierno prorruso legalmente establecido, cosa que no se puede admitir ni por parte de Rusia ni internacionalmente. Igualmente, justifica la «independencia» de la Península de Crimea por haber sido un territorio ruso durante muchos años y seguir siendo mayoritariamente poblado por rusos. Para explicar su actuación lo ha hecho sobre la base y fórmula que se empleó internacionalmente, en su día, para justificar la escisión de Kosovo.
Aunque la UE y la OTAN no admiten estos hechos sobre Ucrania y han llevado a cabo diversas reacciones militares y político-económicas sobre Rusia que han tenido efectos en ambos sentidos, parece que su interés en aproximarse a Ucrania no es tan urgente ni realmente eficaz. Aunque no es de descartar que de persistir Rusia en ingerirse en los problemas de Ucrania, se llegue a sanciones de mayor entidad.
Sin embargo, el cambio político en Grecia y su posible giro hacia Rusia (al menos en forma de amenaza) podría ser un elemento distorsionador en las políticas unitarias tanto de la UE como de la OTAN en su postura frente a Rusia.
Putin tiene la llave de la economía ucrania pudiendo hacerle presente la exigencia del pago de la abultada deuda que mantiene con Rusia por la factura pendiente del gas, exigencias que podrían colapsar las precarias condiciones económicas del país. LA UE no está en disposición de poder llegar en socorro económico en grandes cantidades por la propia situación económica que atraviesa y por los nubarrones que se aprecian en el horizonte por el cambio de política en Grecia.
En cualquier caso, la Península de Crimea ha sido dada por pérdida sin casi una efectiva reacción internacional, y a pesar de determinados movimientos en búsqueda de arduas soluciones pacíficas para finalizar los enfrentamientos en el resto del país. Con casi toda seguridad, Putin puede aprovechar el conflicto en Ucrania para tratar de distraer la atención interna en Rusia por su mala situación política y económica; así pues, no se puede pensar que nos encontramos en un punto cercano a ser cerrado, al contrario, tiene visos de continuar con altos y bajos durante al menos dos o tres años. Puede que en ocasiones las negociaciones para la paz entren en punto muerto y se agraven los combates en diversas partes del país lo que sin duda, será motivo de una mayor atención internacional (militar y/o económica) con las consiguientes repercusiones y tensiones que ello acarrea y su correspondiente gasto adicional para las partes directa o indirectamente implicadas en el litigio. El frágil armisticio o alto el fuego firmado entre las partes en 2014 se ve quebrantado constantemente por ambos bandos a pesar de la presencia de los observadores de la OSCE en territorio ucranio.
A fechas de cerrar este trabajo, las víctimas directas e indirectas ocasionadas por este conflicto ya sobrepasan los 5.000. Nada apunta a que estas sean las finales dado que se están apreciando determinados ataques y movimientos de Artillería pesada en la parte prorrusa, especialmente en la ciudad de Mariupol, lo que con elevado grado de probabilidad indica que o Rusia está empeñada en que los pro rusos relancen la ofensiva o quiere extender el área dominada por sus seguidores dado que la supervivencia real de la propia Península de Crimea por el Norte está en peligro debido a su aislamiento geográfico (tan solo está unida a Rusia por ferry a través del estrecho de Kerch, aunque hay planes para realizar un gran puente para quedar unidos ambos territorios, pero a largo plazo).
Los chinos deberán asegurar sus inversiones en Ucrania sea cual sea el ganador final de la situación en el país; para ello tratarán de mantener su hasta ahora patética neutralidad dado que el cierre ventajoso de sus negociaciones multimillonarias con Rusia para la construcción de los mencionados gaseoductos ha sido fruto de dicha neutralidad y de aprovecharse de la necesidad rusa de obtener dinero de sus productos energéticos a la baja y ante las potenciales restricciones por parte de la UE y de EEUU como consecuencia de su incursión en Ucrania. China se mantendrá paciente y neutral en el tema a la espera de saberse capaz de negociar sobre el granero ucranio que ambiciona sea cual sea el que salga vencedor del conflicto.
La situación económica en Rusia y sus amenazas contra: EEUU, la UE y la OTAN.- Los acontecimientos e intervenciones rusas en Ucrania no han gustado a la Comunidad Internacional y fundamentalmente a EEUU, la UE y la OTAN, quienes como ya se ha mencionado, han implantado determinadas sanciones y restricciones económicas a Rusia. Sanciones, que aunque aparentemente, no eran de consideración, sí que han logrado que poco apoco la maltrecha situación económica rusa se haya venido perjudicando, factor este que se ha agravado con la importante bajada de los precios del crudo (Rusia recibe más del 60% de su PIB de la exportación de energía a la UE y China principalmente y el petróleo ha bajado más de un 50% a finales de año).
Las reacciones rusas contra aquellos países que le tratan de oprimir no han logrado el efecto pretendido sobre estos y al mismo tiempo han provocado que los rusos deban buscar otros mercados donde comprar los productos limitados a la importación principalmente desde Europa, lo que ha provocado un cierto desabastecimiento interno y una subida adicional de sus precios, favoreciendo aún más la galopante inflación que sufre el país debida a diversos factores de política económica interior (subidas y bajadas de los tipos de interés), la bajada del precio del petróleo y la constante depreciación del Rublo cercana ya a un 50%. El 31 de diciembre la Bolsa de Moscú había perdido casi un 50% de su valor a lo largo de 2014 y con tendencia a seguir bajando a corto y medio plazo.
Los intentos externos en apoyo a Ucrania por parte de EEUU, la OTAN y la UE son vistos como auténticas amenazas por parte rusa, por lo que ha desplegado una importante campaña diplomática de forma abierta y determinadas acciones militares sobre el Ártico y los países Bálticos aunque estas se produzcan de forma un tanto encubierta o presentadas como fruto de errores achacables a sus unidades militares que actúan o despliegan en las cercanías de dichas zonas.
Las actuales tensiones con la UE por el tema de Ucrania le han llevado a una expansión del mercado de hidrocarburos ruso hacia China en lo que constituye un movimiento estratégico para asegurarse el mantenimiento de compradores si a corto o medio plazo la UE adopta otro tipo de soluciones que pasen por evitar la excesiva dependencia de Rusia y los consiguientes sobresaltos tanto en precios como en la continuidad de los abastecimientos de estos productos vitales para su subsistencia.
Con su campaña diplomática, Rusia ha vuelto a destapar sus amenazas de la retirada de determinados foros y tratados internacionales o bilaterales con EEUU sobre el control de las Armas de Destrucción Masiva y de sus vectores de lanzamiento (en especial los tratados INF y START). Amenazas, que son empleadas como contestación a determinadas acusaciones norteamericanas de violación de los mismos por parte rusa y en represalia a los despliegues del sistema antimisiles de la OTAN al que Rusia siempre se ha opuesto por considerarlo como una amenaza directa a su territorio y soberanía nacional.
Otro tipo de amenazas que empiezan a emplear por su parte se basan en bloquear o al menos dificultar sus apoyos o silencios relacionados con la intervención norteamericana en Siria contra el Estado Islámico, las actuaciones y conversaciones internacionales con Irán en referencia a su programa nuclear y otros asuntos de relevancia estratégica para EEUU.
Las reacciones y despliegues de la OTAN en territorios cercanos al conflicto ucranio u otros sectores de sus fronteras pueden exacerbar aún más las excusas rusas sobre determinadas acciones en defensa de sus espacios y derechos vitales para su supervivencia.
Las dificultades económicas internas pueden llevar a Rusia a una situación de pánico en los mercados internos y externos con imprevisibles reacciones por parte del gobierno de Putin. Reacciones, que pueden abarcar desde importantes e impopulares medidas internas a una vuelta a la escalada de armamentos y amenazas externas con el ánimo de arrastrar a sus adversarios a implicar recursos e inversiones que se precisan en otras áreas o conflictos y, al mismo tiempo, distraer aún más la atención de la población rusa sobre los graves problemas internos que padecen.
Debido a la globalización, la maltrecha economía rusa, sin duda será objeto de un análisis profundo por parte del resto del mundo y en especial de la UE por las graves repercusiones que ya está teniendo y puede seguir ejerciendo en el equilibrio y mejora de las economías respectivas. Es muy posible que si Rusia relanza sus operaciones de apoyo a los rebeldes prorrusos en Ucrania, se produzcan nuevas sanciones contra su preocupante economía lo que abrirá, sin duda, un mayor hueco entre ambos bloques.
La alianza económica chino-rusa puede levantar más alarmas en EEUU sobre la necesidad de implicarse más en sus actuales tendencias de cambio de interés geoestratégico hacia Asia-Pacifico.
La situación en Libia.- El 17 de febrero de 2011 estalló una revolución, con un suficiente apoyo e implicación internacional, con el fin de derrocar la tiranía encarnada en la figura de Muammar El Gadafi, y con la intención de conceder nuevos espacios de libertad y dignidad al pueblo. Tres años después de la caída del régimen, no sólo no se han aplacado aquellos deseos de cambio hacia la democracia, sino que, por el contrario, han surgido nuevos conflictos internos de carácter tribal, ideológico, y de lucha por el dominio del campo político, cuyo último objetivo es alcanzar el poder porque, de esta manera, se superan nuevos peldaños en la carrera por el control del territorio y el acceso a los recursos energéticos.
De este modo, Libia alberga hoy en día una renovada élite política, dividida ideológicamente, entre islamistas y no islamistas, cuya finalidad principal es la adquisición de parcelas de poder, en detrimento de la creación de un Estado y donde la situación de un futuro estable no parece a la vuelta de la esquina a pesar de que la misión de la ONU en Libia, United Nations Support Mission in Libya (UNSMIL) ha conseguido el 18 de enero de 2015 una tregua entre las partes para tratar de entablar conversaciones para la paz y buscar los caminos para la reconstrucción nacional sin divisiones.
El Estado Islámico tiene puestos sus ojos en este territorio donde algunas facciones, recientemente unidas al mismo, operan con una creciente fuerza y brutalidad e incluso ya dominan algunos territorios al Este del país.
De ningún modo, Libia ha dejado de ser un problema para la comunidad internacional, al convertirse en un Estado fallido y contar con importantes recursos energéticos seguirá siendo objeto de deseo de muchos tanto interna como externamente, y puede que vuelva a ser escenario de importantes confrontaciones, que se agravarían con los intentos del Estado Islámico para establecerse definitivamente en el país y engullirlo totalmente para su causa y aprovechar sus recursos energéticos.Libia se encuentra de facto con dos gobiernos y dos parlamentos diferentes tratando de gobernar cada uno por su cuenta; hecho este que no augura ninguna solución pacífica al conflicto interno de intereses lo que sin duda, traerá consecuencias internas y externas. Habrá que esperar el resultado de la tregua de enero y sus conversaciones posteriores dado que ambos deberán ceder en sus pretensiones de gobierno y control del país.
No hay que olvidar que Libia está siendo usada como base de partida de muchos «combatientes» perfectamente entrenados en el mundo del terrorismo para ser lanzados en todas las direcciones y países cercanos.
La guerra en Siria.- Mientras que gracias a las revoluciones provocadas por la Primavera Árabe habían llevado un principio de democracia a Túnez y Egipto y que la victoria rebelde en Libia estaba cada vez más cerca los descontentos sirios se animaron a realizar hazañas similares en su territorio. Así, el conflicto se inició en el año 2011 con una serie de protestas pacíficas en contra del gobierno y en especial del presidente Bashar al-Asad. Protestas, que se fueron intensificando a lo largo del mismo año. La represión violenta de estas manifestaciones provocó que una parte de la sociedad civil y sectores del ejército se alzaran en armas formando el llamado Ejército de Liberación de Siria. Para finales de año, los rebeldes —como se comenzó a denominar en los medios internacionales a quienes se enfrentan con el gobierno—, habían formado una guerrilla en el norte del país en donde intentaban tomar la mayor parte de las localidades, acción esta que posteriormente se extendería a lo largo del territorio sirio.
A inicios de 2012, los rebeldes habían logrado dominar muchas localidades de dicha zona del país pese a los contraataques diarios del ejército regular. La rebelión popular fue dando pie a enfrentamientos armados hasta desembocar en la segunda guerra civil de la Primavera Árabe. En 2012 se intensificaron de manera creciente los combates, así como la dureza de los ataques del ejército sirio a las ciudades parcial o completamente ocupadas por los rebeldes, destacando la ofensiva sobre Homs, que convirtió la antigua Emesa en la ciudad más dañada por la guerra hasta entonces. La contienda tomó un curso más serio y decisivo cuando entre junio y agosto del mismo año los rebeldes tomaron el control del este de Alepo y mantuvieron numerosos frentes en la capital, Damasco. Donde el ejército sirio logró hacer retroceder a los rebeldes, aunque aún persisten combates y atentados con frecuencia e intensidad irregulares.
Para 2013, la violencia en el país aumentó y los combates se vivían con mayor crueldad. Las batallas en Damasco y Alepo tenían a ambas ciudades devastadas y con un gran número de muertos, en su mayoría civiles. Los rebeldes lograron dominar la ciudad de Raqqa en marzo, convirtiéndola en la primera capital de provincia en caer completamente. Pero en junio, la oposición sufrió una trascendental derrota en la ciudad de Al-Qusayr, batalla en la que intervino la organización libanesa Hezbolá y determinados apoyos de las fuerzas Quds iraníes.
En los años 2013 y 2014 la guerra se ha caracterizado por la creciente internacionalización del conflicto. La globalización del mismo, ha dado lugar a diversos apoyos a los diferentes bandos; mientras occidente, liderado por EEUU, la UE y la Liga árabe, insistían en apoyar a los rebeldes para provocar la salida de Asad, naciones como Irán, Rusia, China y Cuba, apoyan fielmente al gobierno sirio. En cualquier caso, todas ellas han proporcionado a las diversas facciones en combate cantidades variable de armamento y cierto aporte financiero. Pero sobre todo, 2014 ha sido un periodo importante por la aparición en fuerza del Estado Islámico en su territorio; grupo terrorista de carácter religioso extremista que ha aglutinado en sus filas a la mayoría de los grupos yihadistas que combatían por su cuenta en Siria, y que ahora combate férreamente tanto contra la fuerzas gubernamentales de Al Asad como contra el Ejército de Liberación de Siria y emplea el país como Base de Partida para sus actuales incursiones en Iraq. Este grupo yihadista ha casi triplicado el territorio sirio bajo su control desde septiembre hasta estas fechas.
El conflicto interno aún sin cerrar y lleno de altibajos ya ha dejado entre 100.000 y 400.000 muertos (según las fuentes) y millones de desplazados y refugiados, lo que lo convierte en la guerra más grande de la última década, la crisis humanitaria más brutal del Siglo XXI y el conflicto más sangriento de la Primavera Árabe.
Como único punto positivo en el conflicto merece citarse la entrega y destrucción de la mayoría de las armas químicas sirias. Hecho este que ha sido posible gracias a la intervención mediadora de Rusia ante las fuertes presiones norteamericanas cuando se hizo patente el empleo de las mismas contra su población civil (a su entender habían traspasado las líneas rojas marcadas). El acarreo y destrucción de dichas armas se ha realizado en un tiempo record gracias a la cooperación internacional encabezada por EEUU. Un total de 1.300 toneladas de armas químicas fueron sacadas fuera de Siria y la mayoría se destruyeron en alta mar a bordo de buque norteamericano MV Cape Ray.
La pérdida de fuerza y la poca cohesión que ha existido y existe entre las diferentes facciones que combaten al régimen de Al Asad, aparte, del Estado Islámico, y el apoyo directo e indirecto que recibe de Irán y Rusia entre otros hacen pensar que la guerra civil en el país no tiene visos de que pueda inclinarse del lado de los opositores al régimen.
La salida a la situación siria no es nada fácil; Al Asad es el último bastión en la zona que puede actuar de forma directa sobre el Estado Islámico sin que sufra más desgaste del que ya sostiene. Sin embargo, las acciones de represión contra su población le han hecho acreedor del deseo internacional de su derrocamiento o desaparición. Los apoyos políticos directos e indirectos que continúa recibiendo de Rusia, China e Irán dificultan cualquier tipo de acción de este tipo para su defenestración.No hay que olvidar el valor de sus recursos energéticos que siguen siendo objeto de deseos internacionales, con los que, sin duda, seguirá jugando para su supervivencia.
El dominio de grandes extensiones y varias ciudades e instalaciones petrolíferas del este de Siria por parte del Estado Islámico proporciona no solo una buena base de partida para sus incursiones en Iraq sino que supone una de las mayores fuentes de financiación para el grupo terrorista.
La impermeabilización de la frontera con Turquía es fundamental para evitar en constante trasiego de personas en ambos sentidos, sobre todo de aquellos indeseables terroristas que parten del territorio para operar en otros frentes o para evitar que se convierta en el refugio seguro de aquellos que huyen de sus países de origen una vez perpetrados sus desmanes o al sentirse perseguidos en los mismos.
Siria y Libia se han convertido en una auténtica fuente de números emigrantes con dirección a Europa, se dejan llevar por las mafias y tras grandes desembolsos de dinero se embarcan en aventuras que suelen ocasionar grandes problemas a los países europeos ribereños del Mediterráneo (la mayoría de los últimos inmigrantes que llegan a España o Italia provienen de dichos países.
Las declaraciones sirias sobre la supresión de todas sus armas químicas así como de sus lugares de producción y almacenamiento, no fueron sinceras del todo, con posterioridad se han descubierto unos 12 depósitos y centros de producción subterráneos que no fueron incorporados en su declaración inicial.
Tras nuevas presiones, a finales de 2014 se han iniciado los trabajos de destrucción de estas armas y lugares cuya finalización se espera para mediados de 2015. Así con todo ello y a la vista de los anteriores resultados, habrá que continuar monitorizando este apartado y no darlo por zanjado del todo.
EEUU continuará atacando por aíre a objetivos del Estado Islámico en territorio sirio pero también incrementará sus apoyos a la insurrección moderada con el doble objetivo: que no sean borrados del mapa ni por Al Asad ni por el Estado Islámico y además, para que les sirvan de apoyo en tierra para controlar los movimientos de los yihadistas y procurar batirles o fijarles en sus bases de partida antes de que puedan penetrar en Iraq.
El empleo del territorio sirio para hostigar a Israel en los Altos del Golán es un fenómeno que va en aumento aprovechando al menos «oficialmente» la descoordinación existente en el país y que los iraníes se mueven en por él con toda facilidad. Israel, de momento, está respondiendo con una fuerza limitada pero no es de descartar que pase a actividades militares mayores si se sigue en esta línea.
La aparición en fuerza y el auge del Estado Islámico.- El Estado Islámico (EI) es una organización extremista iraquí suní escindida de Al Qaeda que ha cambiado de nombre en múltiples ocasiones desde su formación. La organización emergió a principios de 2004 , con el nombre de Yama’at al-Tawhid wal-Yihad (Comunidad del Monoteísmo y la Yihad); ha venido cambiado sucesivamente de denominaciones hasta que en abril de 2013 adoptó el de «Estado Islámico de Irak y el Levante» para reflejar su involucración en la Guerra Civil Siria y más recientemente en 2014 y con la intención de mostrar una mayor internacionalización y extensión geográfica ha simplificado su nombre por el de EI.Tras decidir declarar la Yihad (guerra santa) y crearse el EI, se ha llamado a sus seguidores a luchar por dicho Estado y no diluirse en diferentes esfuerzos parciales en los diversos países donde guerreaban. Así, según los últimos informes de inteligencia, se sospecha que cuenta actualmente con unos 30.000-40.000 militantes armados activos y muchos miles de simpatizantes en todo el mundo ; además, cada vez con más frecuencia, es muy corriente que se le unan más grupos yihadistas, principalmente en continente africano.
Su fundamento de autoridad está en la Sharia al Islamiya, la ley musulmana. La organización se caracteriza por su severa interpretación del Islam y una brutal violencia contra los chiitas, yazidies y cristianos los que al ser capturados, son obligados a convertirse a su fe, pagar un canon o son asesinados brutalmente (tan solo en Siria han asesinado a más de 1.850 rehenes). La brutalidad de sus actos alcanza niveles no vistos en muchas décadas tanto contra los propios como ajenos; además de los asesinatos masivos, decapitaciones y crucifixiones, últimamente se ha sabido que han ordenado la mutilación de los genitales de todas las niñas de la ciudad ocupada de Mosul.
Al ser sus miembros de fe suní, su objetivo declarado es expandirse por Jordania, Israel, Palestina, Líbano, Kuwait, Turquía, Chipre, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y la península arábiga; alcanzar posteriormente la mayor parte del norte y centro de África; continuar con la ocupación de parte del sudeste de Europa y la totalidad de la Península Ibérica. Además, ya han establecido delegaciones en la India y de mayor importancia en Afganistán donde se dedican a labores de reclutamiento de los desertores o despedidos de Al Qaeda y de los Talibanes y a negocios con la droga.
Sus principales fuentes de financiación provienen de: la venta, a través de intermediarios, del petróleo de los pozos bajo su control ; reciben donaciones de simpatizantes y recogen importantes sumas de dinero de saqueos, robos en bancos, extorsiones, raptos, el mundo de la droga, las llamadas «limosnas a la yihad» que son ofrecidas voluntariamente por la mayoría de los musulmanes y todo tipo de actividades criminales. A finales de 2014 han instituido una especie de «impuesto solidario» en todos los territorios ocupados a pesar de que sus pobladores no pertenecen a la yihad o no sean musulmanes con el que pretenden obtener mayores recursos financieros para sufragar sus gastos.
Los éxitos iniciales del EI, aparte del liderazgo indiscutible de su Jefe, se han producido por varios factores de entre los que destacan: determinados apoyos económicos y armas en sus bases iniciales en Siria (se especuló mucho sobre los países que hayan podido apoyar este movimiento, pero no todos los indicios parecen claros); descontrol y falta de coordinación entre las diferentes facciones rebeldes que actúan en Siria (parte de las armas proporcionadas por EEUU a los rebeldes moderados en Siria cayeron directa o indirectamente en manos del EI así como de las suministradas por Arabia Saudí a las fuerzas del Ejército Libre de Siria ); descontento de los militares y paramilitares iraquíes sunís seguidores de Saddam Husein (quienes además de haber sido expulsados de las fuerzas armadas iraquíes, han venido sufriendo opresión y/o persecución por el gobierno exclusivista sihita de Iraq del Primer Ministro Jawad al-Maliki (obligado a dimitir por dicho motivo bajo la presión americana el 11 de Agosto de 2014); escasa y defectuosa formación militar, baja moral y mal rendimiento del actual ejército iraquí (quienes ante un enemigo menor y peor armado, el EI, al principio de las confrontaciones, huyeron en masa abandonando una gran cantidad de su moderno armamento previamente proporcionado por la ayuda americana); el que los peshmergas (combatientes Kurdos) lleven casi quince años sin luchar y con un armamento de poca efectividad y anticuado; el reclutamiento forzoso de niños en las zonas ocupadas y el gran efecto llamada de la propaganda difundida.
A la vista de la incapacidad manifiesta tanto de los iraquíes como de los kurdos para hacerles frente en territorios sirio e iraquí, EEUU se ha visto forzado a acudir de nuevo en apoyo de su actual aliado Iraq.
Para lo cual, y siguiendo la nueva política norteamericana de no involucrarse directamente y en fuerza en los recientes conflictos, se ha recurrido a la formación de una gran Coalición específica en la que participan de forma muy diversa más de 40 países. Dicha coalición se basa en las siguientes líneas de actuación: intervenir en campañas aéreas de castigo contra objetivos concretos sobre territorio iraquí por parte de EEUU, Australia, Reino Unido, Jordania, Emiratos Árabes y Francia (EEUU también participa en campañas aéreas sobre territorio sirio aunque dejando claro que no lo hace en favor de Al Asad), el resto de países de la coalición colaboran o apoyan en materias de inteligencia, apoyos logísticos, instrucción y adiestramiento, proporcionando armamento ligero y medios de transporte y comunicación a las fuerzas iraquíes y a los peshmergas kurdos; siendo estas dos últimas fuerzas a las que se les ha reservado, casi en exclusividad, las acciones sobre el terreno. Aunque no se admite de forma oficial por el resto de los coaligados, determinadas fuentes aseguran la participación activa de, al menos, fuerzas especiales iraníes tanto en Siria como en Iraq.
Durante bastante tiempo se ha tratado de involucrar a Turquía en esta tarea (por la proximidad a sus fronteras de los combates y por su condición religiosa) pero Ankara se ha resistido a ello, debido a diversos conflictos internos político-religiosos y a su eterno litigio, aunque ahora en fase de disminución, con los kurdos del PKK.
Tras las campañas relámpago tanto en Siria como en Irak, el EI ha llegado a dominar grandes extensiones de terreno en ambos países, siendo más importantes y trascendentes las conquistas en Irak, llegando hasta pocos kilómetros de su capital, Bagdad y combaten contra los kurdos en las proximidades de la frontera entre Siria y Turquía. Si bien es cierto, que las capacidades administrativas del EI son nulas o de muy baja calidad porque los territorios y ciudades ocupadas por ellos se encuentran actualmente bajo el dominio del caos y del terror y en penosas condiciones de higiene, salubridad y faltan la mayoría de los productos básicos como el agua potable o la luz eléctrica.
La expansión del EI hacia otros países del continente africano es un hecho más que peligroso, cada vez son más los grupos locales que se adhieren a su causa y esto supone que se le deba combatir en muchos más frentes que en los actuales.
Los eventos referidos en estos tres últimos conflictos apuntan a que podemos estar asistiendo a la desintegración del mapa confeccionado tras la II Guerra Mundial por Sir Mark Sykes y Francois Georges-Picot, dos diplomáticos (uno británico y el otro un francés) que redibujaron el mapa de la región entre el Mediterráneo y el Mar de Persia y se inventaron países como el Líbano, Jordania, Siria e Iraq, casi todos ellos en plena convulsión y con posibilidades de desaparecer como tales.
Tanto la Coalición internacional como su estrategia, a la vista de los resultados obtenidos a lo largo de 2014, resultan claramente insuficientes para vencer de forma clara a las fuerzas del EI. La necesidad de contar con fuerzas eficaces, bien dotadas y adiestradas y con capacidad para ocupar y mantener el terreno arrebatado al EI es fundamental. Si no se implican ejércitos mejor dotados y preparados, por mucho que se intente adiestrar a los iraquíes y kurdos, no serán capaces de lograrlo, al menos en un corto espacio de tiempo. Puede que a lo largo de 2015, EEUU se convenza de ello y se vea abocado a implicar un mayor número de determinadas unidades especiales que si pongan sus pies en el terreno de combate.
El fenómeno de la aparición y auge del EI marcará la política internacional en los años venideros, sus violentas acciones y los buenos resultados en sus incursiones militares estimulan al aumento de sus seguidores fanáticos en la mayoría de países del continente africano y en occidente, principalmente en Europa, pudiendo ser la semilla y el multiplicador de actos de terrorismo puro (el ataque a una revista satírica en París el 7 de enero de 2105 con 12 muertos, el asesinato a sangre fría de una policía de tráfico al día siguiente y el secuestro de personas en un supermercado judío con la muerte de 4 de los rehenes) en estos países a cargo de células durmientes los denominados «lobos solitarios» o de aquellos que regresan a sus hogares tras sus periodos de «guerra o entrenamiento» en diversas zonas en conflicto. También es posible, que aumenten actos de simulación o emulación de estas acciones como el incidente en un tren de cercanías en Madrid el pasado 2 de enero 2015 con amenaza de bomba por parte de una persona disminuida en sus capacidades.
A la vista de los dos atentados en Francia de primeros de enero 2015, las actuaciones de lobos solitarios o retornados aleccionados y entrenados en las filas del EI y/o de Al Qaeda a sus países de origen (1ª, 2ª e incuso de 3ª generación) supondrá un quebradero de cabeza para las fuerzas de seguridad de todo el mundo. Al mismo tiempo, acarreará una exacerbación de los ánimos de la sociedad en Occidente contra el islamismo como religión y contra aquellos que la practican, lo que justificará el crecimiento de la islamofobia en general y del auge en fuerza e importancia de aquellos partidos y movimientos políticos que no admiten la práctica de dicha religión o la simple permanencia de sus integrantes en sus territorios. Los primeros brotes en fuerza ya se están dando con la aparición y/o el crecimiento de determinados movimientos políticos en Alemania, Grecia, Francia y Holanda principalmente.
Puede que la estrategia perseguida con el incremento de este tipo de acciones de terror sea doble: presentarlos como acicate para atraer nuevos seguidores entre los que se sienten deprimidos o proclives a este tipo de acciones y por otro lado, provocar las reacciones políticas y sociales entre aquellos que no los admiten para demostrar que el mundo «civilizado» está en contra del Islam y de sus practicantes y así «justificar su guerra Santa o Yihad».
La extensión del EI a otros escenarios del continente africano, principalmente a los ribereños del Mediterráneo quienes han sufrido los avatares de la primavera Árabe deja pocas alternativas para su contención. Contención, que por el Este queda casi exclusivamente en manos de Marruecos y la noticia de la ruptura de sus relaciones con Francia en materia antiterrorista (conocida el último día de 2014) puede suponer un enorme vacío para la seguridad europea y una sobrecarga en la responsabilidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas. Francia, por la cuenta que le tiene, tendrá que hacer lo posible para restablecer dichas relaciones lo antes posible.
Dada la coincidencia de los atentados de París perpetrados por seguidores de las dos tendencias yihadistas más importantes, es posible que el auge y prestigio internacional del EI hubiera provocado que Al Qaeda (de por sí bastante disminuida) haya pasado a un segundo plano en importancia dentro de los movimientos yihadistas, lo que podría llegar a crear una especie de competición entre ambos grupos radicales por mantener o recuperar respectivamente dicho protagonismo, aunque puede, que ahora actúen de forma coordinada y simultanea contra diversos objetivos o simplemente, sea una mera coincidencia en el tiempo y el lugar.
Las tácticas y técnicas empeladas por el EI no solo se quedan en el campo de batalla, a su dominio de la propaganda a través de Internet se le ha unido recientemente sus grandes capacidades para realizar ataques cibernéticos llegando a penetrar en redes muy protegidas en todo el mundo de las que extrae información sensible sobre el personal e instalaciones militares y policiales.
La ausencia de reacciones por parte de Rusia y China contra el EI no deja de sorprender a esta altura de la situación, dado que ambos países no se encuentran totalmente inmunizados contra dichas amenazas.El incremento de atentados contra los judíos en Europa podría ser causa de una nueva oleada de desplazamientos de judíos europeos hacia Israel en busca de un mayor grado de protección.
La caída en picado de los precios del petróleo ha puesto en peligro la principal fuente de financiación de este grupo terrorista, es por ello que a partir de este momento se inclinen más a solicitar rescates de grandes sumas de dinero, antes de matar vilmente a sus víctimas.
En cualquier caso, la solución a este fenómeno además de ser compleja, penosa y larga debería basarse, en al menos, los siguientes ocho pilares fundamentales:
– No caer en islamofobia o en la tentación de llevar a cabo cualquier tipo de acciones políticas o sociales xenófobas tras las reiteradas provocaciones a las que los yihadistas puedan someter a Occidente;- La adopción de medidas legales de forma individual o colectiva que identifiquen plenamente y castiguen con resolución este tipo de personas y los delitos que puedan cometer;- Una acción policial internacional coordinada y eficaz sin límites en: el tiempo, medios y recursos económicos;- Buscar la manera de impedir o reducir al máximo los medios y sistemas de financiación de estos grupos;- Una férrea lucha conjunta y combinada en el campo de batalla allá donde se encuentren con todos los elementos que la misma precisa;- Evitar al máximo hacerles propaganda de forma gratuita, resaltando en exceso en los medios de comunicación y tertulias políticas sus acciones y/o declaraciones;- Manteniendo a libertad de expresión en Occidente, evitar nuevas provocaciones a los yihadistas que culminen en demostraciones masivas de seguidores dispuestos a morir por la causa (como ha pasado en Chechenia, Afganistán, Turquía, Irán, Gaza y Pakistán tras la nueva publicación de caricaturas de Mahoma a mediados de enero) y/o en nuevos actos de terrorismo. y por último- Una mayor implicación de los líderes religiosos islamistas moderados para mejorar la educación y formación de sus fieles con el fin de contener, desmentir y en cierto modo, combatir públicamente las ideologías predicadas por los yihadistas dado que, lo que ellos defienden no es precisamente lo que se indica en el Corán, sino más bien una interpretación radical y violenta de la confesión islámica, que nada tiene que ver con lo que creen y practican la mayoría de los musulmanes.
La falta de soluciones en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.- Irán y la comunidad internacional, representada por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y el grupo negociador conocido por el P5+1 integrado por los cinco estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) más Alemania, llevan varios años debatiendo sobre las capacidades nucleares iraníes, trabajos derivados y posibilidades e intenciones que dicho país pueda tener para desarrollar artefactos nucleares.
A pesar de que Irán pertenece al Tratado de No Proliferación (TNP) y que este le permite investigar, producir y emplear la energía atómica aunque exclusivamente con fines pacíficos, la existencia de numerosos informes de inteligencia de varios países, determinadas pruebas confeccionadas por los propios inspectores del OIEA y el constante cambio de postura iraní y su cerrazón para no facilitar información clave sobre sus actividades nucleares o no permitir el paso a determinadas instalaciones sospechosas de ser empleadas para derivar sus trabajos en este campo a fines militares, han provocado numerosas resoluciones condenatorias del propio CSNU, sanciones económicas colectivas o unilaterales de extrema importancia para el país, un detallado boicot a las importaciones de materiales especiales o de doble uso y un potente embargo a sus exportaciones.
Todo apunta a que Irán, aunque lo niega insistentemente, persigue lograr una capacidad nuclear de dimensión militar, porque está convencido de que de conseguirlo, podría contar con las herramientas y el respaldo suficiente para enfrentarse, en su caso, a Israel (ha amenazado con su destrucción en numerosas ocasiones), aumentar su prestigio interno y regional y convertirse en el líder de la expansión del chiismo frente a otros países como Arabia Saudí que ven con muy malos ojos estas últimas posibilidades.
Las anteriores sanciones, la mayoría lideradas por EEUU y a UE, han llevado al país a una situación económica muy difícil de justificar ante su población quién sufre un gran desabastecimiento en materiales y productos específicos, una tremenda inflación y determinadas persecuciones contra los que se oponen a su cerrada política. Sin embargo, Irán mantiene su estrategia dilatoria en las rondas de negociaciones y a finales de noviembre de 2014 (fecha tope para presentar una solución viable ante le P5+1) ha tenido que volvérseles a otorgar otra moratoria (la tercera) de otros seis meses para llegar a dicha conclusión.
La primera reunión del grupo negociador e Irán tras dicho nuevo Plan de acción se mantuvo en Ginebra a mediados de enero 2015, la reunión finalizó el día 18, sin haber obtenido resultados positivos, solo un acuerdo de nueva reunión para febrero. La nueva fecha límite para la solución a la negociación (30 de junio de 2015).
Inesperadamente, a mediados de enero de 2015 se ha hecho pública la firma de un acuerdo de cooperación en materia de seguridad entre Rusia e Irán. El acuerdo tiene un claro matiz de reproche contra EEUU a su política de intromisión en asuntos fuera de área y que en alguno de los casos conciernen a ambos países por separado (Ucrania y el programa nuclear iraní) o en conjunto (Siria dado que ambos apoyan al régimen). La versión oficial del acuerdo en boca del ministro iraní de Defensa, Hossein Dehqan, en una entrevista en televisión es que Irán y Rusia tienen un » análisis compartido sobre la estrategia global de EEUU, su injerencia en los asuntos regionales e internacionales y la necesidad de cooperar en la lucha contra la injerencia de fuerzas extranjeras en la región». El acuerdo prevé ejercicios conjuntos y entrenamiento militar, así como «cooperación en el mantenimiento de la paz, mantener la estabilidad y la seguridad regional e internacional y la lucha contra el separatismo y el extremismo». Se ha sabido además que Rusia pretende suministrar los mencionados misiles de defensa antiaérea (S-300) a Irán aunque puede que se haga por piezas y sin montar.
Igualmente y sin aviso previo, a finales de enero 2015 se ha hecho pública una resolución del Parlamento iraní por la que se aprueba un borrador de Ley que autoriza el desarrollo y empleo de centrifugadoras de uranio de última generación para acelerar el proceso de obtención de dicho combustible.
Independientemente de estos hechos y de su difícil situación económica, Irán sigue mejorando y reforzando sus capacidades militares con medios de fabricación nacional en los campos de: misiles de alcances considerables, buques de pequeña eslora aunque fuertemente armados, aviones de combate e inteligencia y todo tipo de armas contra carro; así como que sigue empeñado en la adquisición de efectivos sistemas contra misiles de fabricación rusa (S-300) cuyo contrato de compra se cerró hace varios años y que las presiones internacionales encabezadas por EEUU han imposibilitado hasta la fecha su puesta en práctica.
A pesar de ser la tercera vez que se les amplía el plazo para avenirse a la exigencias del OIEA y del CSNU, Irán no parece estar dispuesto a dar más que pequeños pasos hacia el cumplimiento de sus obligaciones como Estado parte del TNP. Sus trabajos, generalmente, se han llevado de forma encubierta y es muy posible que lo sigan haciendo en el futuro próximo. La concentración de la responsabilidad de la política internacional y del programa nuclear en manos de una sola persona, Ali Jamenei, líder supremo de Irán, máximo dirigente de la clase dirigente clerical conservadora islámica de su país y «fuente de emulación» (marŷaʿ) del chiismo duodecimano, que cree firmemente en las posibilidades del armas nuclear, deja poca alternativa a cualquier tipo de negociación contra su voluntad máxima y única.
No son previsibles cambios sustanciales a la hora de cumplirse el mencionado tercer aplazamiento, salvo alguna concesión mínima y un nuevo plazo para continuar con las negociaciones. Lo que, de nuevo, se traduce en una ganancia de tiempo para que Irán prosiga con sus investigaciones y desarrollos y una muesca más en el hastío de los negociadores internacionales.
Cualquier acercamiento a las exigencias iraníes o una hipotética dulcificación de la férrea postura sancionadora internacional contra Irán, encontrará la oposición de una parte de los miembros del P5+1 y fundamentalmente de Israel, Arabia Saudí y de las actuales Cámaras (Senado y Congreso) norteamericanas que han cambiado de color político a finales de 2014 y no apoyan abiertamente las recientes políticas aperturistas de su Presidente. Solo una mejora de las relaciones entre EEUU e Irán por causa del combate «encubierto» de forma conjunta contra el EI podría servir de válvula de alivio de la tensión en este tema y siempre que Irán se aviniera a reducir sus exigencias en el tema del número de centrifugadoras permitidas en su territorio y en lo referente a facilitar la información e inspecciones del OIEA a sus centros de enriquecimiento. Obama necesita urgentemente un golpe de efecto positivo tras unos años de desastrosa política internacional y solo le quedan dos años para hacerlo, pero la oposición asentada en mayoría en su Senado no le dará ningún tipo de facilidades para ello, incluso es posible, que dicho estamento tome decisiones que le obliguen a un mayor endurecimiento de las sanciones sobre Irán por su falta de cohesión entre lo que anuncia y lo que hace con respecto a su programa nuclear.
Debido a las sanciones internacionales por su programa nuclear la economía iraní atraviesa por serias dificultades, situación que se ha visto agravada desde finales de 2014 por la importante caída del precio del petróleo, razón esta última que empieza a hacer mella de forma importante por lo que trata de buscar apoyos en otros aliados como Venezuela y Rusia para intentar parar esta sangría de los precios.Los acuerdos de última hora con Moscú no suponen una buena noticia para EEUU y, con gran probabilidad de acierto, supondrán una rémora a la hora de las negociaciones del P5+1 por una mayor pérdida de cohesión en el grupo de presión.
El borrador de ley por el que se autoriza el empleo de las nuevas centrifugadoras de uranio será sin duda un punto de controversia insalvable en las negociaciones internacionales sobre el programa nuclear iraní y constituye en sí mismo una amenaza y un acto de arrogancia por su parte.
Los claros apoyos de Irán a las facciones terroristas que imperan en el Líbano, la Franja de Gaza y a Siria para incrementar las acciones de guerra contra Israel, pueden que lleguen a calar en la opinión internacional y se vuelvan en su contra.
Las amenazas nucleares y los ataques cibernéticos de Corea del Norte a EEUU y Corea del Sur.- En 1945, la Unión Soviética y EEUU, tras la rendición de fuerzas japonesas que dominaban la Península de Corea, decidieron ocuparla; así, las tropas soviéticas se desplegaron en el territorio al norte del paralelo 38, mientras que las de EEUU ocuparon el resto al sur. Ambos ocupantes trataron de establecer gobiernos afines a sus propias ideologías y así, desde el 10 de mayo de 1948 la península quedó dividida políticamente en dos estados: la República Democrática de Corea (Corea del Norte o CN) y la República de Corea (Corea del Sur). CN quedó al «mando» de Kim Il-sung, quién estableció la capital en Pionyang y la Dinastía autocrática Kim, que aún sigue en vigor hasta nuestros días.
Tras años de tensión, el 25 de junio de 1950 se inicia la guerra civil entre ambas partes que duró tres años y que estuvo a punto de ser ganada por el norte y sus aliados (Rusia y China). Al final de la guerra el 27 de julio de 1953, el país estaba en ruinas, no se consiguió la firma de un verdadero Tratado de Paz sino un Armisticio y se marcó una Zona Desmilitarizada (DMZ) cercana al paralelo 38º N que hace de frontera común.
Desde el fin del conflicto cada uno de los países sigue ideologías políticas antagónicas, han desarrollado sus economías de forma totalmente diferente al amparo de sus apoyos originales y mantienen fobias casi insalvables entre ambos a pesar de su origen y penurias sufridas en común y de la existencia de importantes lazos familiares entre las dos partes. Las diferencias políticas, económicas y de libertades entre ambos países han creado barreras ideológicas de mucha importancia aunque, aún sigue vivo el conocido como espíritu del gobierno provisional de Shanghái por el que en su lucha contra la invasión japonesa se ansiaba llegar, algún día, a la reunificación de la Península. El problema subsiste en la determinación y aceptación por ambos de cuál debe ser la parte que lidere el proceso y dirija la nación resultante.
CN es un país dictatorial que a pesar de autodenominarse República Popular Democrática, contar con una Constitución y unos pocos y muy controlados partidos políticos, se aferra a las ideologías socialistas y comunistas más puras. Estableció a su presidente y máximo líder en la figura de Kim Il-sung desde 1948 hasta su muerte el 8 de julio de 1994. El 8 de octubre de 1997, su hijo Kim Jong-il fue elegido por la Asamblea Popular Suprema como Secretario General del Partido de los Trabajadores Coreanos y en 1998 como presidente de la Comisión Nacional de Defensa pasando a ocupar una posición declarada como «el cargo más alto del Estado o Líder Supremo», tras una reforma de la Constitución del país. A la muerte de Kim Jong-il, su hijo menor Kim Jong-un, fue designado heredero del gobierno el 28 de septiembre de 2010 y asumió las tareas de Jefe del Estado.
Todos ellos han mantenido la política de garantizarse el mantenimiento en el poder y justificar su prestigio nacional e internacional mediante: el establecimiento de una política interna de terror y opresión, en el desarrollo y adquisición las armas de destrucción masiva -principalmente en las nucleares- y en la mejora en el grado de precisión y el radio de acción de sus misiles de largo alcance e intercontinentales.
CN llegó a ser Estado miembro del Tratado TNP pero lo abandonó de forma voluntaria en 2003. Su programa nuclear no es muy grande dado que posee pocas instalaciones de producción de materiales (uranio y plutonio) aunque ya han realizado tres ensayos nucleares subterráneos y se sospecha que cuenta con Plutonio suficiente para montar unas seis cabezas nucleares de plutonio. Además, sus centrifugadoras de Yongbyon podrían producir al año hasta 68 kilos de Uranio enriquecido, suficiente para tres bombas nucleares de este tipo de combustible.
El desarrollo de sus programas nuclear y de misiles así como los probados atentados contra los Derechos Humanos con su población han sido origen de numerosas resoluciones condenatorias del CSNU y de la asamblea de la ONU. Es un país donde está restringida la libertad de movimientos y el derecho de manifestación y asociación por lo que lo que ha sido muchas veces amonestado/sancionado por sus reiterados abusos y ataques contra los Derechos Humanos; en diciembre de 2014 ha tenido lugar la última condena de la Asamblea General de la ONU en este aspecto; pero como de costumbre, no ha surtido ningún efecto.
Todos sus dirigentes han jugado la estrategia del ratón y el gato con la Comunidad Internacional a la hora de negociar sus programas nucleares, siempre buscando a cambio de sus «cesiones», importantes beneficios personales. En ocasiones han negado todo tipo de evidencias, otras se han prestado a determinadas exigencias, pero siempre han terminado rompiendo sus previamente contraídos compromisos internacionales y siempre que lo hacen, pasan al contraataque con amenazas de nuevos ensayos nucleares o lanzamientos de misiles, roturas de relaciones internacionales e incluso con amenazas de iniciar una guerra generalizada contra las unidades militares norteamericanas en la zona, Corea del Sur o Japón (los tres países más duros con CN en la mesa de negociación). Sus situaciones de ira las combina con periodos de calma y de predisposición a la búsqueda de soluciones, propuestas que siempre llevan emparejadas, la búsqueda y obtención de nuevas y excesivas compensaciones.
Además de estas artimañas, en los últimos años ha mejorado en mucho sus capacidades en guerra electrónica y cibernética y recientemente se vale de numerosos ataques cibernéticos contra instalaciones militares y civiles tanto en Corea del sur como en EEUU. Los últimos de ellos han sido el famoso ataque cibernético contra Sony, la productora de una película sobre Kim Jong-un y otro contra una central nuclear surcoreana (diciembre de 2014) obligándola a parar tres de sus reactores.
2014 ha sido un año plagado de amenazas sobre reanudaciones o innovaciones en sus programas de producción de combustible nuclear y de estar en disposición de celebrar su cuarto ensayo nuclear, posiblemente tratando de conseguir la miniaturización de sus cabezas nucleares para que sean capaces de ser transportadas en sus vehículos de lanzamiento (según la inteligencia internacional, hasta el momento no entran por diferencias de tamaño y elevado peso de las mismas).
CN continuará en la misma tónica mientras no se le terminen los apoyos que recibe de Rusia y principalmente de China; aunque puede que la situación económica que atraviesa la primera les aleje de poder contar con dichos apoyos; así como China, últimamente más en consonancia con EEUU y Occidente, puede empezar a dar signos de cansancio de la arrogancia norcoreana y de su actual máximo dirigente. En cualquier caso, CN no va a renunciar a su política de confrontación y engaño combinando amenazas con ofertas de relaciones de forma sucesiva a la vez que, dentro de sus posibilidades, mejore sus capacidades militares, el alcance y capacidad de sus misiles y el número de sus cabezas nucleares, lo que sin duda obligará a su vecino del sur a invertir mucho más en capacidad de defensa de todo tipo (incluido la ciberdefensa) y en la modernización de sus fuerzas armadas.
A pesar de las grandes diferencias entre las dos Coreas, la campaña de terror interno en el país del norte hace inviable cualquier tipo de levantamiento popular o golpe de Estado militar.China, aunque no lo reconoce oficialmente, continúa interesada en mantener a CN como su aliado, la emplea como Buffer Zone entre sus fronteras naturales y las fuerzas norteamericanas desplegadas en Corea del Sur manteniéndolas alejadas lo máximo posible.
La crisis del petróleo.- A pesar de que no es la primera vez que el mundo occidental sufre crisis de importancia debido a los cambios en los precios o en la producción del petróleo, la crisis sobre este tema que se ha originado en el último cuatrimestre de 2014 tiene algunos matices diferenciadores con las anteriores:
– La disminución de la demanda de los grandes países o regiones consumidoras como puede ser Europa o China debido fundamentalmente a la recesión de sus economías.- La aparición de forma masiva en el mercado de derivados del petróleo procedentes de nuevas tecnologías o procedimientos de extracción hasta ahora inexplorados: la explotación de yacimientos a gran profundidad bajo el mar y sobre todo, el Fracking (una nueva forma de obtención del mismo mediante la fragmentación de las rocas subterráneas al someterlas a chorros de presión de líquidos y arena) a unos precios entorno a los 40-50$ el barril. Lo que ha llevado a que países como EEUU dejen de necesitar su importación e incluso, en breve, se conviertan en exportadores.- La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no ha sido capaz de cumplir con su misión debido a que tanto algunos países miembros como Arabia Saudí o no miembros como Rusia no solo no han reducido su producción, sin que la han aumentado con una doble finalidad, inundar el mercado con sus productos para obtener el mayor beneficio posible y hacer bajar el precio de tal forma que los procedentes del fracking no sean rentables y les obligue al cierre su producción y así desembarazarse de una gran competencia.
Como consecuencia de ello, los precios han bajado más de un 50% en menos de cinco meses y la energía se ha abaratado tanto que ha producido reacciones muy positivas para aquellos que son meros importadores natos y negativas o catastrófica para los países en los que sus economías dependen en un alto porcentaje de la exportación de dichos derivados, como y principalmente Venezuela, Irán, Rusia y Brasil.
De mantenerse este inesperado y brutal cambio en los precios del petróleo, la reducción de la demanda y el exceso de oferta producirán un efecto muy desastroso en aquellas economías basadas casi exclusivamente en la exportación de este producto, lo que les puede acarrear el derrumbe de sus economías y disturbios sociales de cierta importancia al no poder cubrir sus presupuestos ni las necesidades básicas de sus habitantes. Cosa similar les ocurrirá a aquellos países de su esfera de control que mantenían una especie de situación de privilegio para su adquisición y con una enorme dependencia de los anteriores (Cuba puede ser un buen ejemplo).
Por otro lado, países insaciables de petróleo como China están aprovechando la ocasión para contraer compromisos de larga duración a unos precios tasados muy asequibles (principalmente con Rusia) lo que les supondrá importantes ahorros en el futuro y un empobrecimiento prolongado de sus suministradores.
La mayoría de las economías dependientes de la importación de este producto en Europa verán muy aliviadas sus cargas presupuestarias y podrán ahorrarse importantes cantidades que puedan dedicar a otros menesteres, casi olvidados en los últimos años y/o paliar parte de los efectos de sus respectivas crisis económicas como la reducción de sus abultadas deudas.
Puede que los precios tan bajos con los que ha acabado el año 2014 se puedan mantener durante un largo periodo de tiempo o incluso sigan bajando a lo largo de 2015, lo que ocasionará que muchas de las instalaciones de fracking no sean rentables y les lleve a una quiebra irreparable. La lucha por la victoria final o la supervivencia en esta guerra de precios puede que sea la principal causa que acabe con esta situación esta bajada aunque, por el momento, nadie se muestra dispuesto a disminuir su producción.En cualquier caso, el hecho actual demuestra que el sistema empleado para mantener el equilibrio o control de los precios durante muchos años ya no es viable, se ha roto la cohesión entre los productores y que la aparición de nuevos suministradores en masa pondrá en peligro las economías de aquellos «viejos» productores que confiando en su «oro negro casi inagotable» no hubieran tomado otras medidas para sostener su PIB.
El abaratamiento del precio del producto final (gasolinas y gasóleos) ya está produciendo un efecto de aumento del consumo de los mismos, por lo que una de las patas que sustenta el fenómeno, podría verse acortada y solventar en parte el problema.
Las crisis económicas en EEUU, Europa y en determinados países emergentes.- Las crisis desatadas a finales de la primera década del siglo XXI han llegado a afectar a la mayor parte del mundo debido a la globalización. Una clara interconexión entre los países de un mismo continente y entre continentes ha hecho que esta situación se llevara al traste determinados planes políticos y económicos de recuperación y de expansión de países ya asentados o la ralentización del lanzamiento de los denominados países emergentes.
El descontento social ha imperado en muchos países y se ha tenido que recurrir a medidas extremas por parte de los Bancos Centrales de los países u Organizaciones de países para contener la sangría y quiebra total de muchos de los anteriores.
En plena tormenta financiera por el desplome del rublo y del petróleo, el presidente ruso, Vladímir Putin, y los jefes de Estado de los principales aliados de Rusia durante la antigua URSS —Alexandr Lukashenko, de Bielorrusia, y Nursultán Nazarbáyev, de Kazajistán— se reunieron a finales de diciembre de 2014 en Moscú para ultimar la creación de la Unión Económica Euroasiática, que pretende ser un mercado común con más de 170 millones de consumidores y a la que con mucha probabilidad, en breve, se incorporarán también otras dos antiguas repúblicas soviéticas, Armenia y Kirguistán. Este nuevo mercado común se regirá por las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En Iberoamérica la situación no es mucho mejor que en Europa a pesar de la riqueza en recursos naturales de muchos de sus países, gobiernos demagogos o poco democráticos, una inquietante y galopante corrupción, diversas actividades mafiosas de alto nivel vinculadas al mundo de la droga y al crimen organizado, la caída de los precios del crudo y los altibajos en sus economías productivas han llevado a países que podían estar en su cenit a atravesar situaciones insospechadas con el predominio de la pobreza extrema y el desabastecimiento de recursos básicos. Algunos de estos países que ya se encontraban en la senda emergente altamente positiva han caído muchos enteros por lo que su surgimiento y afianzamiento tardará en producirse mucho más de lo estipulado años atrás.
Estas situaciones de crisis prolongadas en el tiempo han sido también caldo de cultivo para que en Europa emerjan una serie de partidos antisistema y antieuropeos tanto de extrema derecha como de extrema izquierda que basan sus programas en el populismo y que arrastran a un importante número de seguidores en la esperanza de ver solucionadas sus necesidades básicas.
Grecia, ahogada en una tremenda deuda y gobernada con mucho desacierto ha sido el primer país europeo que ha caído en la tentación de elegir un gobierno resultante de la unión de dos partidos de extrema derecha e izquierda, capitaneado por Syriza que mantiene una postura que puede poner en peligro el sistema económico de la UE, negarse a pagar su abultada deuda y aprovechar su posición geoestratégica y de cierta proximidad a Rusia en varios aspectos para empelarla como moneda de trueque para que se acceda a sus aspiraciones.
Las economías de muchos países han caído a cotas casi inaguantables y las tasas de paro se han elevado a cotas casi de postguerras. Todo ello, sin duda, ha repercutido en el abandono de determinadas políticas de inversión militar unilaterales o en el conjunto de las Alianzas existentes en el mundo, cosa que sin duda se ha podido aprovechar para el surgimiento de determinadas políticas de expansión (Rusia sobre Ucrania) o de movimientos como el Estado Islámico.
La exaltación y/o resurgimiento de determinados regímenes poco democráticos en Iberoamérica donde la caída del petróleo está agravando aún más los ya existentes grandes problemas internos de carácter económico y social pueden originar previsibles y graves repercusiones y hasta levantamientos sociales de la máxima dureza en los próximos meses con consecuencias nefastas para algunos de estos países y para sus poblaciones, destacando entre ellos, Venezuela.
Entre otras de las consecuencias de estas crisis, no de carácter puramente económico, se puede destacar la aparición de grupos políticos de posiciones extremas tanto en la izquierda como en la derecha. Fenómeno este, que ya algunos analistas lo asemejan a lo ocurrido en Europa tras la Primera Guerra Mundial (aparición del Comunismo) y la causa del estallido de la Segunda debido al poderío ilusionista del Fascismo y el Nacismo.
La irrupción en fuerza de dichos partidos populistas y/o antieuropeos en varios países (Grecia, Francia, Italia y España) puede ocasionar un problema importante para el desarrollo de la política y la economía europea en general y principalmente para aquellos países en los que dichos grupos puedan alcanzar el gobierno o convertirse en bisagras para faciliatar la gobernabilidad de los mismos.
A ello hay que añadir el crecimiento espectacular del sentimiento nacionalista en diversos países europeos al comprobar que la inmigración además de ser insostenible socialmente no se adapta e integra en nuestros estándares de vida y dado el gasto social que ello supone se puede convertir en un problema añadido al despegue de sus respectivas economías por lo que el «sueño y los acuerdos europeos» puede dar al traste si estos sentimientos toman mayor fuerza e implantan sus exigencias.
Tras las elecciones en Grecia y la victoria de Syriza han saltado las alarmas en toda Europa por sus declaradas políticas económicas y los posibles efectos de contagio que este fenómeno pueda tener en otros países como España aunque, por el momento, la situación política y económica de ambos países es muy diferente. Otro grado de preocupación puede ser originado por el posible acercamiento de Grecia a Rusia con quien le unen determinados lazos religiosos, ciertas tradiciones y necesidades de cooperación para facilitar el tránsito ruso hacia el Mediterráneo. De sentirse aislados por parte de sus socios europeos, puede que se incremente este acercamiento a Rusia y ello suponga un error estratégico al poner en peligro la aprobación de determinadas acciones y sanciones, ya en curso por el tema de Ucrania, desde Europa hacia Rusia. Este hecho supondría no solo la perdida de cohesión entre los socios europeos, sino un paso a atrás en el creciente peso de la Unión. Cosa que podría, también trasladarse al seno de la OTAN. Por todo ello, se precisará de una determinada moderación por las partes implicadas.
La creación de Unión Económica Euroasiática capitaneada por Rusia es un intento más de querer aislarse de las repercusiones del mercado hacia Europa y convertirse en una pata más de las aspiraciones de Putin sobre el control de su área de influencia en el camino hacia una nueva Gran Rusia. Esta organización no tiene por delante un camino de rosas y no se le augura éxitos importantes, al menos en sus primeros años de existencia, si persiste. Ha ido a nacer en un muy mal momento económico para todos, pero fundamentalmente para su cabeza motora, Rusia y porque las diferencias en capacidades y políticas de sus miembros son más que destacables.
Habrá que tener una altura de miras muy centrada y con visión de futuro colectiva para evitar que aquellos que sobrevivan o se recuperen antes debido a sus capacidades de resiliencia consigan hacerse con el dominio de mercados o explotaciones muy rentables a precios de ganga (China) como podrían ser: sus negocios con la Ucrania resultante, sus contratos muy beneficiosos con Rusia e Irán para la importación de crudo y el hasta ahora desconocido propósito para la construcción de un Gran Canal en Nicaragua –mucho mayor en longitud y capacidad que el de Panamá- que habiéndose iniciado a construir a finales de 2014 tiene previsto estar finalizado para 2019 con capital y tecnología china. Canal, que al parecer permanecerá bajo control y explotación china durante cincuenta años.
Los derribos y/o accidentes inexplicados de aviones de línea regular.- En el último año se ha batido el record en lo que va de siglo en lo referente a víctimas por accidentes de aviones de línea regular; en total ha habido cuatro, uno de ellos fue derribado por un misil cuando sobrevolaba Ucrania y otros tres, al parecer, sufrieron accidentes por causas meteorológicas; además de ello, ha quedado patente que a pesar de los aparentes adelantos en los sistemas de control de la navegación aérea y en la identificación y localización de los aviones siniestrados, aún distamos mucho de ser fiables y eficaces en un alto porcentaje.
De hecho, de uno de ellos, no se ha recogido ni una sola prueba del posible lugar del accidente. Accidente, que ha estado envuelto en numerosas versiones y elucubraciones sobre las causas y el verdadero lugar del siniestro y que no han contribuido para nada a sembrar la tranquilidad del creciente número de personas que emplean el avión varias veces al año para efectuar sus desplazamientos privados u oficiales.
El imparable crecimiento de la navegación aérea exige que las medidas de control del tráfico aéreo y de respuesta en los aspectos anteriormente mencionados, alcance niveles superiores a los actuales. En los últimos años, a pesar de los adelantos tecnológicos en general, se ha avanzado poco en dichos temas así como en el control y exigencias de revisiones y condiciones de vuelo de las aeronaves.
La aparente ineficacia de las medidas de localización, búsqueda y rescate de accidentes, principalmente sobre el mar, además de la sensación de inseguridad y desasosiego personal y colectivo, exige la implicación de muchos medios civiles y militares durante largos periodos de tiempo y da origen a diversas versiones sobre sus causas.
Es necesario un cambio o mejora de las medidas de seguridad del vuelo de las aeronaves para que esta quede garantizada en sus sobrevuelos sobre zonas en conflicto dado que los alcances de los misiles y sistemas tierra-aire superan con creces las normales altitudes de vuelo empleadas por las aeronaves en las aerovías usadas por la aviación civil en sus desplazamientos.
Los escasos adelantos en las negociaciones sobre el cambio climático.- En el marco de la vigésima reunión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP20) organizada por la ONU y realizada en Lima, Perú en diciembre de 2014, los delegados de los 194 países asistentes como delegación de cargo oficial o como observadores aprobaron un borrador de acuerdo marco para establecer compromisos nacionales que se someterá a su aprobación en una Cumbre a finales del año 2015. Las negociaciones fueron difíciles, debido a las divisiones y diferentes puntos de vista entre los países ricos y los pobres sobre cómo repartir la carga de compromisos para reducir las emisiones de carbono.
El acuerdo final y de cuasi mínimos busca compromisos para frenar el calentamiento global y la polución aunque con muchas dificultades. En definitiva, el documento acordado pide:
◾Un «acuerdo ambicioso» en 2015 que refleje las «responsabilidades diferenciadas y las respectivas capacidades» de cada nación para llevar a cabo las medidas necesarias.◾Que los países desarrollados proporcionen apoyo financiero a los países en desarrollo «vulnerables» para mejorar sus capacidades y posibilidades de cumplimento de lo acordado.◾Promesas nacionales de algunos estados que ya se encuentran preparados para acometer las reformas necesarias con el compromiso de presentarlas firmemente en el primer trimestre de 2015.◾Que los países estudien la posibilidad de establecer objetivos más allá de su «compromiso inicial o actual».◾Que el organismo de la ONU encargado del cambio climático, La Secretaría de la Convención de Cambio Climático informe sobre los compromisos recibidos de las naciones en noviembre 2015.
Este acuerdo de mínimos se adoptó horas después de que un proyecto anterior y mucho más ambicioso fuera rechazado por los países en desarrollo. Los sectores críticos con los resultados de las partes firmantes consideran que el texto presentado oficialmente por Manuel Pulgar-Vidal, ministro del Ambiente de Perú y presidente de las sesiones, es un nuevo fracaso de la diplomacia internacional. En cambio, otros observadores destacan que el documento presentado finalmente supone un avance en las negociaciones para alcanzar en diciembre de 2015 en París un acuerdo definitivo sobre el nuevo protocolo internacional contra el cambio climático. En el apartado positivo, los expertos afirman que el texto final de la COP20 pone sobre el papel por primera vez la necesidad de que todos los países (y no solo los países más ricos) se comprometan a adoptar medidas para combatir las consecuencias del cambio climático y las causas que puedan estar originándolo y abre nuevos caminos a la cooperación entre Estados.
La decisión adoptada en conversaciones sobre el clima deja muchos aspectos abiertos y, en el apartado negativo, parece evidente que de momento no existe elementos suficientes para pensar que las acciones sugeridas en el borrador de Lima permitan mantener el límite acordado internacionalmente de no superar los 2ºC de calentamiento (por encima de los niveles preindustriales), ni sean suficientes para proteger a los países en vías de desarrollo ante las amenazas provocadas por el cambio climático.
De hecho, el documento aprobado propone que después de que cada país presente sus objetivos de reducción, la Secretaría de la Convención de Cambio Climático analizará el impacto de esas contribuciones nacionales para estimar si todos ellos en su conjunto son suficientes para que la temperatura del planeta no supere a la media actual en más de dos grados para finales de siglo.
Los pasos dados son escasos y como siempre los mayores productores de CO2 (China, EEUU, la UE y Rusia) siguen dando largas a las drásticas medidas que deben adoptar para reestructurar su industria pesada y sistemas de vida poco respetuosos con el medio ambiente.
En definitiva, la puesta sobre la mesa de un borrador a ser analizado por los países y diversas comisiones oficiales, no ha supuesto más que algún paso en la dirección correcta y, por el contrario, ha dilatado en un año la toma de decisiones de trascendencia.
La nueva situación en la OTAN tras la última Cumbre en Gales.- El deterioro de la situación de la seguridad internacional ha forzado a la OTAN a dedicar un mayor esfuerzo en su toma de decisiones que han quedado reflejadas en la Declaración Conjunta de la Cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno celebrada en Gales a principios del mes de septiembre de 2014.
Los problemas derivados de: los cambios de misión de la Alianza tras la caída del Telón de Acero, los avatares políticos internos de la mayoría de los aliados en particular y las consecuencias de la crisis económica que vive el mundo en general y en Europa con mayor repercusión, han venido reduciendo las capacidades de decisión de una OTAN de 28 miembros que han debido adoptar decisiones y nuevas medidas para afrontar los principales problemas actuales para la Paz y la Seguridad mundial, el conflicto en Ucrania y la creciente amenaza del EI.
Si tenemos en consideración que en la OTAN las decisiones se adoptan por consenso, las existentes tensiones entre sus miembros, sin duda, han propiciado diferentes puntos de vista y nuevos distanciamientos entre ellos con claras repercusiones tanto en la OTAN como en la UE. La Alianza transatlántica no puede funcionar con prontitud y eficacia cuando un lado está en profundo desacuerdo con sigo mismo en muchas cosas (Europa) y el otro lado (EEUU) no tiene deseos de ser arrastrado a solventar todo tipo de crisis, casi en solitario, en tierras fuera de su área de influencia y, sobre todo cuando se halla en pleno proceso de cambio geoestratégico y como veremos en otro apartado, trata de orientar sus esfuerzos hacia el área Asia-Pacífico.
No obstante lo anterior, la agenda de dicha Cumbre que, inicialmente, se preveía casi limitada a la discusión sobre la continuidad de tropas OTAN y al cambio de misión en Afganistán a partir de 2105, se vio complicada con los dos conflictos calientes que acabamos de referir. La gravedad de ambas situaciones no podían obviarse por la OTAN y, a pesar de las dificultades para actuar como Alianza en cualquiera de ellas, obligó al Presidente Obama a presentarse a la mesa en Gales con, al menos, algunas propuestas viables y que no tuvieran un gran problema para encontrar el necesario consenso aliado.
Como consecuencia de ello la cumbre adoptó lo que se ha venido a llamar el «NATO Readiness Action Plan» cuya finalidad es proporcionar un conjunto coherente e integral de medidas necesarias para responder a los cambios en el entorno de seguridad en las fronteras de la OTAN y más allá de ellas que sean motivo de preocupación para los aliados; responder a los desafíos planteados por Rusia y sus implicaciones estratégicas y también a los riesgos y amenazas que emanan desde nuestros vecinos del sur, Oriente Medio y África del norte. El Plan fortalece la defensa colectiva de la OTAN y su capacidad de gestión de crisis. Contribuirá a asegurar que la OTAN siga siendo una alianza fuerte, preparada, robusta y sensible con capacidad de responder a los retos actuales y futuros donde pudieran surgir.
Entre las medidas a adoptarse aparece el anuncio de planes para la creación de una Nueva Fuerza de Reacción Rápida -the Very High Readiness Joint Task Force (VJTF)- compuesta por unas 5.000 tropas. La versión oficial sobre esta VJTF es que estará completamente operativa a principios de 2016 y servirá como una fuerza de élite y/o cabeza de puente para el despliegue posterior de las ya veteranas y conocidas NATO Response Force (NRF) que en total suman unas 13.000 tropas.
Dentro de los múltiples acuerdos alcanzados en la larga Declaración Conjunta de la cumbre destacan los compromisos unilaterales de los aliados para ajustar sus gastos en defensa al margen establecido hace años del 2% de su PIB y en la mejora y estandarización de las capacidades de sus medios y adaptación de sus fuerzas a las exigencias modernas. Además, dicha declaración invierte muchos esfuerzos en condenar las acciones y violaciones de los acuerdos internacionales realizados por Rusia en referencia al conflicto en Ucrania, aunque deja la puerta abierta a una nueva normalización de las relaciones OTAN-Rusia.
Sin embargo para actuar militarmente contra el EI, Obama tuvo que recurrir a realizar una reunión paralela, a la que no asistieron o fueron invitados todos los Aliados, para la creación de una Coalición aunque con determinadas limitaciones para actuar de forma conjunta y directa sobre el terreno tal y como ya se ha visto anteriormente en el apartado correspondiente al EI.
Como viene siendo habitual en los últimos años, a pesar de la gravedad de la situación, las decisiones no han sido fáciles de tomar y podrían ser tachadas de cierta tibieza y en las que no todos los aliados, aunque si son aprobadas por ellos, participaran con la intensidad y las capacidades que se precisarían.
La puesta en práctica de medidas efectivas en apoyo a Ucrania llevará tiempo y puede que no sean suficientes para parar las aspiraciones de Putin con respecto a este país y las reiteradas maniobras y movimientos de aviones y submarinos en los espacios nacionales de los países bálticos y nórdicos.
El compromiso de los Aliados de aumentar sus gastos de defensa y alcanzar lo más rápidamente posible el 2% de sus respectivos PIBs no es nada nuevo; se llevan varios años dándole vueltas al tema, con múltiples reproches entre ellos, pero la realidad es que en la actual situación de crisis y con el descenso del sentimiento de amenaza individual y colectiva entre los europeos, los gobiernos respectivos se ven más inclinados o forzados a cubrir otras necesidades antes que aumentar dichos gastos. Por lo que es muy posible que, una vez más, se convierta en un simple deseo muy difícil de llevarlo a la práctica y se tenga que volver a plantear en la próxima Cumbre.
El que la OTAN como tal no haya sido capaz de adoptar por consenso una decisión de actuar militarmente contra el EI dentro de su seno y en el marco máximo como es la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno es un síntoma de nula o escasa cohesión, máxime cuando TODOS o la mayoría de ellos se encuentran bajo la amenaza de los yihadistas.
A pesar de que esta cumbre puede resumirse como una victoria del Presidente Obama, que ha tenido que activar todas sus artes oficiales y particulares para mover un poco la apatía reinante entre los Aliados creando incluso otro tipo de coaliciones al margen de la OTAN para el tema de la lucha contra el EI, la realidad y el peso de las medidas adoptadas aumentarán la sensación entre los norteamericanos de estar muy cansados de ser el motor y guía de la Alianza y justifique aún más el que tengan la vista puesta en una nueva orientación geoestratégica.
Grecia tras los cambios en su política y gobierno tiene la llave, no solo de la estabilidad económica de la UE, sino de la política y estrategia de la OTAN si no es atendida en sus exigencias al menos en forma conveniente para sus intereses; por ello, no es de descartar que países menos afectados por el problema económico como Reino Unido y EEUU se ofrezcan como mediadores interesados en una situación, que de llevarse a límites extremos, pudiera poner en peligro la cohesión y estrategia de la OTAN.
La nueva orientación geopolítica y geoestratégica de EEUU.- Geoestratégicamente EEUU a pesar de estar en un continente siempre se ha considerado una isla al ser rodea principalmente por dos mares. Por ello, entienden que las amenazas en fuerza solo le pueden llegar por sus flancos Este y Oeste.
Para hacer frente a los del Este ha mantenido desde la Segunda Guerra Mundial una fuerte Alianza con Europa materializada en la OTAN y con el establecimiento de fuerzas y medios permanentes en diversos países de este continente. Igualmente en su flanco Oeste y también aprovechando el final de la misma guerra, ha mantenido despliegues en fuerza en territorios de sus antiguos enemigos para controlarlos (Japón) o de sus aliados para ayudarlos en su defensa (Corea del Sur) según diversos tratados bilaterales.
Aparte de todo lo anterior, posee tres Flotas completas para su Defensa a Distancia en el mar y/o para servir de apoyo a las Alianzas a las que pertenece o proporcionar protección a otros países en función de diversos acuerdos bilaterales. Dos de ellas en su flanco Este y una en el Oeste; la primera del Este se la conoce como la Sexta Flota, opera en el Mar Mediterráneo y el Mar Negro, bajo la dirección administrativa de las Fuerzas Navales de Europa (NAVEUR por sus siglas en inglés), y está bajo el mando operacional del Comando Europeo de EEUU. La sexta flota tiene su base en Nápoles, Italia.
La segunda en esta zona es la conocida como la Quinta Flota, su área de responsabilidad abarca el Oriente Medio, incluido el Golfo Pérsico, Mar Rojo, Golfo de Omán, y partes del Océano Índico. Consta de alrededor de 25 barcos, incluido un grupo de ataque de portaaviones y un grupo de ataque expedicionario, la Quinta Flota actúa en conjunto con el Comando Central de las Fuerzas Navales, que es el componente naval del Comando central de las Fuerzas Armadas de EEUU (USCENTCOM, por sus siglas en inglés). La Quinta Flota tiene su sede en Manama, Baréin
La Flota de defensa a distancia en el Oeste está formada por la llamada Séptima Flota del Pacífico, que es la mayor flota operativa que EEUU tiene desplegada, opera en el Océano Pacífico Occidental y el Océano Índico, su zona de jurisdicción se extiende hasta el Golfo Pérsico, incluyendo gran parte de la costa oriental de África. Es una Unidad que se encuentra totalmente preparada para la lucha y puede desplegar alrededor de 40 a 50 barcos que operan desde sus bases en Corea del Sur, Japón y Guam. Su sede está en Yokosuka, Kanagawa, Japón.
Los muchos años de permanencia en Europa; ciertas desavenencias con algunos de sus aliados en este continente; determinados rechaces a su presencia y a su armamento nuclear táctico desplegado; la cada vez más lejana confrontación en fuerza con Rusia a pesar de los hechos en Ucrania y los escarceos entorno a los países bálticos y el hecho de que los europeos no están dispuestos a mejorar sustancialmente sus capacidades militares, han provocado un cierto hastío entre los norteamericanos y un cambio de su estrategia. Así el pasado 8 de enero de 2015 se hizo público el cierre de la mayor base norteamericana en el Reino Unido y su retirada de otras 14 instalaciones militares en toda Europa. Este hecho ha sido presentado como un «programa de consolidación» cuya único objetivo es la reestructuración de sus fuerzas y el ahorro de unos 500 millones de $ por año.
Según declaraciones oficiales, no se desatenderán los nuevos proyectos en marcha como el sistema de defensa antimisiles; concentraran sus fuerzas en menos bases y supondrá una reducción de unos 1.500 efectivos de los actuales 67.000 que tienen permanentemente en Europa. Las tropas se redesplegarán y concentrarán en otros lugares más apropiados como Alemania y España y desaparecerán parcialmente del Reino Unido y totalmente de Portugal.
Los problemas en Oriente Medio y la lucha contra el EI han obligado a EEUU a no llevar a cabo una mayor reducción de sus fuerzas en dicha zona, al contrario, todo apunta a que temporalmente, se aumentarán. Pero la verdad es que la mejoría en su capacidad de producción de petróleo a nivel nacional les hace dejar de pensar en ella como en un área de mucho interés geoestratégico para sus intereses económicos. Determinados compromisos con fuertes aliados como Israel y Arabia Saudí pueden ser la causa principal de que aún no se efectúen cambios más sustanciales en la zona.
Sin embargo su parte Oeste, Asia-Pacífico cada vez tiene mucho más interés para EEUU. La creciente capacidad económica, militar y de expansión que presenta China, no le ofrece ninguna confianza ni para ellos ni a sus aliados (Corea del Sur) o amigos como Japón, y la India. Los constantes escarceos o amenazas militares con estos dos últimos le obligan a tener mucha más atención en dicho flanco. Cosa similar ocurre con las actividades de expansión rusas hacia la misma zona. Zona, en la que la economía crece paulatinamente y el numeroso mercado existente precisa de muchas materias primas, recursos energéticos y elementos ya terminados, dato este que no se puede despreciar en absoluto para un país como EEUU que necesita constantemente materiales de alta sofisticación o de carácter militar.
Asia representa el futuro para la energía nuclear. En la región ya existen numerosos reactores nucleares, se están construyendo 47 reactores nuevos y hay previsiones de otros 142 para 2030. Las inversiones asiáticas en proyectos nucleares se estiman en 781.000 millones de $ en dicho periodo; solo China tiene ya 22 reactores en funcionamiento y otros 26 en construcción. EEUU, además de mantener determinado control sobre el tema, no quiere ni puede quedar al margen de un enorme capital en inversiones en tecnologías punta para las centrales nucleares y en lo que supone el aporte del requerido combustible nuclear y los subsiguientes contratos de sistemas de seguridad, transporte y mantenimiento.
Bien sea por causas económicas, militares, cansancio o cambio de exigencias y necesidades, EEUU está cambiando claramente el marco de sus estrategias, solo los conflictos de Ucrania, el combate al EI y una posible mayor intervención en África le han llevado a no adoptar una decisión de mayor caldo en su flaco Este; cosa que sin duda, lo hará así que cambien o desaparezcan dichas exigencias o lo suplirá ampliando las capacidades de su Séptima Flota.
A pesar de su notable mejoría económica a nivel nacional, debe buscar la excelencia de sus inversiones y reducir costos. Los nuevos métodos de la guerra y sobre todo las capacidades cibernéticas le permiten el combate a distancia y/o el empleo de otros medios más sofisticados, pero que exigen menos instalaciones lejanas y un personal menor pero mucho mejor cualificado.
Las apetecibles manzanas que están apareciendo en Asia no deben despreciarse dado que pueden suponer un importante alimento para su industria militar y civil. A esto hay que unir sus políticas de cooperación con determinados países emergentes como Myanmar o el mismo Vietnam por el futuro y ventajoso mercado que ello supone y su política de «showing the flag» en territorios rentables, aunque en su día les fueran hostiles.
La visita a la India en la segunda quincena de enero durante tres días del presidente Obama y la firma con su Primer Ministro Narendra Modi de importantes acuerdos sobre la industria nuclear y sobre la seguridad de la navegación marítima y aérea y el intercambio de productos a lo largo de la región y en especial en el Mar del Sur de China, son una prueba manifiesta de lo expresado anteriormente.
El nuevo brote de conflictos entre Israel y la Franja de Gaza.- La franja de Gaza era una provincia de lo que se conocía como Palestina durante el Mandato Británico (1917-1948). El 29 de noviembre de 1947 la mayoría de los Estados miembros de la ONU votaron a favor de la división del territorio administrado por los británicos en Palestina en dos nuevos Estados: uno árabe y el otro judío. El nuevo Estado árabe incluía la Franja de Gaza y Cisjordania. Los países árabes y la comunidad árabe de Palestina rechazaron la partición. Después de la guerra árabe-israelí de 1948, la franja estuvo bajo la administración militar de Egipto. En 1967 fue ocupada por Israel durante la Guerra de los Seis Días y así permaneció hasta 1994, cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo. Como parte del tratado, la Autoridad Nacional Palestina recibió el 80% del territorio y desde entonces se ha encargado de la administración civil y de seguridad en la zona. Desde el inicio de la intifada o levantamiento palestino en 2000 el Ejército israelí realizó numerosas incursiones en la Franja, instaló puestos de control y restringió los desplazamientos de los palestinos.
En la zona se construyeron 21 asentamientos judíos donde vivían más de 8.000 personas aunque éstos fueron evacuados en septiembre de 2005 a raíz del llamado Plan de Desconexión. Tras la evacuación de Israel en 2005, la Autoridad Palestina tomó el control de Gaza y su gobierno ha sido disputado por parte del partido de mentalidad secular Al Fatah (quién consideraba que un acuerdo final con Israel era posible) con la organización islamista Hamás (que no reconocía el Estado de Israel) y que ha estado permanentemente apoyada económica y militarmente por Irán.
En enero de 2006, Hamas ganó las elecciones legislativas palestinas y formó gobierno en Gaza y en los territorios palestinos en Cisjordania. En marzo de 2007 se formó un gobierno de unidad entre Hamás y Fatah, pero el presidente de la Autoridad Palestina de aquél entonces, Mahmoud Abbas (líder de Fatah) disolvió el gobierno posteriormente. Sin embargo, en junio de 2007, Hamás, afirmando que las fuerzas de Fatah estaban tratando de lanzar un golpe de estado, tomó el control de Gaza por la fuerza, aunque no a los territorios de Cisjordania, dando como resultado un gobierno de facto en el ámbito del gobierno de la Autoridad Palestina. Hamás no renuncia al uso de la violencia. En opinión de Israel, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea , Hamás es una organización terrorista, por lo que dichas entidades imponen restricciones a todos los fondos con anterioridad destinados a la ayuda humanitaria proporcionada a la región.
En la actualidad Israel sigue controlando las fronteras de Gaza (excepto la de Egipto) y la comunicación de Gaza con Cisjordania y con los mercados internacionales, así como los espacios aéreo y marítimo y el suministro de combustible y agua, provenientes en su totalidad de Israel debido a que Gaza no cuenta con recursos propios.
Desde la retirada de Israel de los territorios de Gaza las tensiones con Israel se han venido sucediendo y escalando de forma periódica, todas ellas se han basado en hechos de menor o poca relevancia pero siempre han desencaminado en bombardeos masivos de misiles de corto alcance por parte de Hamas sobre territorio israelí y en represalias masivas y ocupaciones temporales de parte del territorio por parte de Israel sobre Gaza.
En esta ocasión el conflicto siguió una cadena de eventos que se inició con el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes ocurrido en un asentamiento israelí de Cisjordania en junio de 2014. Israel culpó a Hamás de los hechos, ya que las autoridades israelíes creyeron que los dos sospechosos acusados del secuestro eran miembros de esa agrupación. Por su parte, Hamás negó tener conocimiento del secuestro. A pesar de ello, la reacción israelí fue la de realizar registros indiscriminados en la zona donde este se había producido. Estas acciones derivaron en múltiples heridos y en el asesinato de dos niños palestinos a manos del ejército israelí. A medida que las tensiones se incrementaban, el asesinato de un adolescente palestino complicó aún más la situación generando disturbios, protestas de israelíes y palestinos y un aumento de los lanzamientos de cohetes entre Gaza e Israel y de las reacciones israelíes.
Desde el inicio de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, murieron numerosos civiles, entre ellos gran cantidad de mujeres y niños. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA) llegó a estimar que hacia el 17 de julio, el 70 % de los fallecidos palestinos eran civiles. El gobierno israelí denunció que el fallecimiento de civiles se debía a que Hamás los utilizaba como «escudos humanos» y reiteró que su intención era «desmilitarizar» la Franja.
Finalmente, el conflicto se saldó con la muerte de 2.143 palestinos y unos 11.500 heridos del mismo bando, según datos del ministerio de Salud de Gaza, mientras que 66 soldados y 5 civiles israelíes murieron y 1.306 resultaron heridos, según informes de las Fuerzas Armadas israelíes.
Al final del conflicto se supo que Hamás había disparado 4.594 cohetes y proyectiles de mortero, de los cuales 3.641 cayeron en territorio israelí y 188 en territorio palestino. Un total de 735 cohetes (los de trayectoria más peligrosa) fueron interceptados por el sistema defensivo israelí conocido como Iron Dome.
Finalmente, el 26 de agosto, tras 50 días de guerra, Israel, Hamás y los demás beligerantes aceptaron una tregua indefinida pactada bajo mediación egipcia. El alto el fuego supuso la apertura de todos los pasos fronterizos y la entrada rápida de ayuda humanitaria así como de nuevo, de medios para la reconstrucción de la zona batida.
Otra vez es la población civil y las infraestructuras del territorio las que han sufrido las mayores consecuencias. La Franja de Gaza ha quedado arrasada en gran parte y cientos de miles de personas han pedido sus hogares.
La mayoría de los gobiernos no desean verse envueltos en un conflicto cuyas raíces son tan profundas que la mayoría creen que su resolución nunca será posible hasta que un lado esté totalmente derrotado por el otro. Pero a diferencia de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, esta vez, parece que estos hechos han provocado una importante reacción internacional tanto en el seno de la ONU como en la propia UE y en multitud de países que, como decíamos, hasta ahora no habían denunciado con mucho interés las sucesivas incursiones de Israel sobre Gaza. Uno de los pocos territorios que aún permanece sin reconocer internacionalmente y que muy posiblemente lo consiga en breve tras estas reacciones. Es posible, que la reconstrucción de sus poblaciones sea mayor, mejor y más rápida al haber calado más en el afecto y sensibilidad internacional.
La repercusiones sobre este caso tienen una doble vertiente: va a ser estudiado por el Tribunal Internacional de Justicia que es el principal órgano judicial de la ONU y también ha originado consecuencias internas en la situación política en Israel dado que ha provocado una crisis de gobierno con las consiguientes elecciones en breve, aún por celebrar a la hora de terminar este trabajo.
La estrategia israelí con respecto a Gaza siempre ha sido la misma; aprovechar cualquier incidente para que, una vez amplificado lo suficiente, de origen a que Hamas lance sus misiles sobre Israel y en represalia, lanzar una serie de potentes incursiones militares que faciliten la destrucción de las infraestructuras militares de Hamas (túneles de conexión con Israel, centros de comunicaciones, baterías de misiles y depósitos de municiones) que hubieran sido construidas y localizadas desde el anterior conflicto; ganado con ello un tiempo importante aunque corto (cuestión de pocos años) para su supervivencia.
Hamas siempre ha contado con apoyos externos de gran valor, principalmente desde Irán y Siria y en ocasiones de Egipto. Sin embargo, en esta ocasión el elevado número de incursiones desde Israel, las destrucciones provocadas en sus depósitos y las dificultades económicas, militares o políticas que atraviesan sus principales valedores puede que produzcan una mayor tardanza en su recuperación militar.
Recientemente ha aparecido, con mucha fuerza, entre gran parte de su población un apoyo fanático a los principios yihadistas y su odio a los países que no «respetan» sus principios. Este asunto, ajeno a sus tradicionales reivindicaciones no les favorece en su causa reivindicativa y puede que pierdan algunos de los mencionados apoyos internacionales; por otra parte, es un factor más en su lucha a muerte contra Israel.
Hamás pretende rodear a Israel por este flanco, cada vez son más frecuentes los encuentros y acciones de carácter militar que se realizan de forma conjunta con apoyos de material principalmente cohetes y misiles) y expertos militares iraníes. Israel, consciente de ello, no duda en atacar con inteligencia y medios militares de mucha eficacia este tipo de acciones.
La sucesión en el tiempo de este conflicto con los inicios de escarceos militares en la frontera común entre Siria, el Líbano es Israel (los Altos del Golán) tanto desde territorio sirio como libanés a pesar de la presencia de La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL) (acrónimo en inglés UNIFIL, United Nations Interim Force in Lebanon), apunta a una clara decisión política iraní de incrementar el acoso por todos los frentes a Israel y obligarle a que cometa errores graves que pongan en su contra la opinión internacional. Hezbollah es la facción armada terrorista en el Líbano y, al igual que ocurre con Hamás, cuenta también con el apoyo incondicional de Irán. Esta situación de inseguridad seguirá en aumento en fechas próximas, elevando el nivel de tensión entre todos los actores que intervienen de forma coordinada contra Israel.
La situación en Pakistán.- Pakistán es un país que viene sufriendo duros problemas económicos, políticos, culturales y de seguridad; además, debido a su situación geográfica es fronterizo con diversos problemas potenciales, los más peligrosos provienen de sus oscuras relaciones con los yihadistas que tradicionalmente actuaban en Afganistán o en la India. Grupos terroristas que tras diversos ataques gubernamentales para erradicarlos se están volviendo en contra de su protector y alentador como lo demuestra la matanza de 132 escolares y 9 profesores a manos de un comando de Talibanes Pakistaníes el 16 de diciembre en Peshawar, una ciudad fronteriza con Afganistán lo que constituye una prueba más del desafío sin parangón al que se enfrenta Pakistán, un país en el que el terrorismo se ha cobrado entre 40.000 y 50.000 vidas en la última década. Lo más grave de este hecho es que casi todos eran hijos de militares. La casta militar ha tenido y mantiene un elevado poder en el país, por lo que las represalias están servidas y con ello el incremento de situaciones de tensión y violencia.
Es un país «amigo» de EEUU aunque muchas veces ha actuado en contra de sus intereses tanto en el propio territorio como en el de su vecino, Afganistán. En la fase actual de relaciones entre ambos los norteamericanos emplean con profusión los drones para combatir a los yihadistas, así el número de muertos totales en Pakistán, en 381 ataques, se estima entre los 2.200 y los 3.800 desde 2004 hasta noviembre de 2014.
Otro de los problemas crónicos del país se encuentra en el control de su potente arsenal nuclear, sus instalaciones y en la más que conocida capacidad y tendencia del país para la difusión y venta de Kow how y de tecnologías nucleares a los países amantes de la proliferación en armas de destrucción masiva.Pakistán y la India han mantenido hasta tres conflictos en los últimos tiempos, principalmente por causa del domino de la región fronteriza de Cachemira. Todo apunta a que este problema de reclamación territorial puede volver a recrudecerse en un futuro no muy lejano, aunque se estipula mucho sobre que procedimientos se puedan emplear en esta ocasión. Ambos son países con potentes arsenales nucleares y ninguno es firmante del Tratado TNP por lo que un enfrentamiento nuclear entre ambos sería de consecuencias nefastas para Asia. Las relaciones en el tema nuclear entre ambos han mejorado a lo largo de 2014, así a finales del año se ha establecido una línea roja entre ambas capitales y se ha producido un intercambio de información sobre instalaciones y capacidades nucleares.
Si a todo lo anterior, añadimos la situación de pobreza extrema de un país superpoblado, gobernado por instituciones políticas débiles que apenas controlan a sus fuerzas armadas y el reciente apoyo público al yihadismo del EI la situación del país asiático suscita alarma y su deterioro amenazaría seriamente la seguridad regional e internacional.
Las dificultades internas (políticas y económicas) son factores que muestran su debilidad interna a la hora de afrontar oficialmente los cambios en su política de apoyo o no a los yihadistas. Sus constantes persecuciones y ataques encubiertos a los terroristas han dado como resultado una dura reacción de estos (ataque al colegio militar) que a su vez, con alto grado de probabilidad, va a resultar en el desencadenante de mayores problemas y situaciones de conflicto interno en un ambiente poco propicio para la seguridad de numerosas instalaciones y artefactos nucleares.
El creciente aumento del fundamentalismo yihadista en la sociedad paquistaní no augura buenos presagios tanto para la estabilización del país ni la de su vecino Afganistán; siendo así mismo, un buen granero de profesionales entrenados en la guerra para nutrir las filas del EI allá donde combata.
La mejora de las relaciones con la India en el tema de confianza nuclear es un punto a resaltar en la mejora de la seguridad de sus instalaciones y arsenales. Pero, el posible recrudecimiento en sus reclamaciones territoriales fronterizas comunes puede dar al traste con cualquier avance alcanzado en las últimas fechas sobre el tema de seguridad nuclear.
La irrupción en fuerza del Ébola.- El virus del Ébola es del tipo reemergente, lo que hace referencia a «un virus de procedencia animal que aparece de nuevo en una población después de un tiempo sin haberse registrado infecciones y que se contagia por la transmisión de fluidos humanos». La epidemia de Ébola de 2014-2015 es el mayor brote epidémico de la enfermedad por dicho virus, originado en esta ocasión en diciembre de 2013 en Guinea, y extendido posteriormente a Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Senegal, EEUU, España y Malí. Hacia el 3 de noviembre de 2014, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se habían registrado 13.633 infecciones y 5.000 muertes en todo el mundo a causa de este brote, la mayoría de los cuales ocurrieron en los países del África Occidental.
Varias organizaciones, entre ellas los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la Comisión Europea y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, han donado fondos para ayudar a contrarrestar la propagación. Este brote es ya el más grave de los registrados tanto en lo que se refiere a enfermos como a fallecidos, con una tasa de mortalidad de cerca del 70 %. Según el Comité de Emergencias convocado por la OMS, se llegaron a cumplir las condiciones para declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Adicionalmente, se produjo otro brote en la República Democrática del Congo que procedía de una cepa distinta y que no guarda relación con la extendida en los otros países. Brote, que actualmente las autoridades del país lo dan por controlado.
Otra vez la Comunidad Internacional ha tardado en reaccionar ante casos de extrema gravedad; mientras el virus parecía controlado en sus países de origen y no llegó a constituir una amenaza real para los países «civilizados», no se adoptaron medidas económicas y sanitarias suficientes para atajar la enfermedad.
Debido a la globalización mundial y al tráfico constante de personas entre continentes el problema se trasladó a otros países no africanos y es entonces cuando saltaron las alarmas y se instaló el pánico en los nuevos países afectados lo que originó que se adoptaran medidas de urgencia que incluyeron hasta desplazamientos de fuerzas militares y recursos sanitarios y económicos de todo tipo a la zona del brote original, África.
La industria farmacéutica animada por los gobiernos y Organizaciones Internacionales ha debido actuar con urgencia llegando incluso a acortase los plazos de pruebas para la prospección, validación y puesta en práctica de «vacunas eficaces» contra la epidemia. Todo apunta a que en breve, se dispondrá de vacunas que hagan mucho más fácil su combate y que esta enfermedad pueda pasar a la historia.
No obstante lo anterior, desde que se han erradicado los casos de Ébola en los países occidentales, parece que el problema haya desaparecido totalmente del mapa mundial, cosa que no es cierta en absoluto, dado que aún siguen muriendo muchas personas diariamente en África (según los datos de la OMS, a finales de enero 2015 aún se producen unos 100 casos semanales en África).
En cualquier caso, este fenómeno es una prueba patente del grado de terror que una enfermedad vírica puede ocasionar ante las poblaciones de un elevado grado de cultura y de las posibles consecuencias que podría tener un ataque con armas biológicas aunque su propagación no sea eficaz, tal y como ha sido en este caso.
La expansión del terrorismo fundamentalista en el resto de África.- Aparte de los ya mencionados problemas existentes en los países ribereños del Mediterráneo, la situación en el Continente no es nada halagüeña al estar plagado de diversos conflictos étnicos y religiosos, que se vienen incrementando y enquistando en los últimos tiempos; baste como muestra los siguientes ejemplos:
La guerra étnica que se vive en República Centroafricana ha alcanzado límites sangrientos. Con la llegada al poder de la rebelión Seleka en 2013, en su mayoría compuesta por musulmanes del norte, nació la réplica de los grupos cristianos ‘antibalaka’. Las matanzas se han sucedido por todo el país a pesar de la presencia militar internacional. En Bambari se produjeron asaltos a la mezquita y a la iglesia sólo para matar civiles desarmados. El país, uno de los más pobres del mundo, se sumerge en el caos. Los musulmanes han huido hacia Chad y Sudán, mientras que las familias cristianas se han refugiado en Congo y Camerún.
En el este del Congo, un avispero de minerales de sangre y grupos armados, la nota más sangrienta la puso en 2014 la soldadesca rebelde de las Fuerzas Democráticas Aliadas, o ADF Nalu, como se hacen llamar. Este grupo de origen ugandés y perteneciente a la secta islamista Tabliq, que juró lealtad al Estado Islámico, ha cometido varias masacres de civiles congoleños en los últimos meses. El 20 de noviembre se alcanzaron los 500 muertos desde octubre en ataques coordinados contra personas desarmadas. La última matanza, el 7 de diciembre, sucedió en Manzanzaba, Ahili y Mulobya, con 32 muertos. Pretenden controlar un área rica en recursos naturales y desplazar a las fuerzas del gobierno y a la población civil mediante el terror.
Las sucesivas acciones terroristas, matanzas y secuestros masivos realizados por el grupo terrorista Boko Haram en Nigeria provocan diferentes derrotas y deserciones entre las filas del Ejército regular. Las últimas cifras refrendan este fracaso; de mayo de 2013 a octubre de 2014, según cálculos del centro de análisis International Crisis Group (ICG), alrededor de 5.000 personas murieron por la violencia de los integristas; aunque las cifras han aumentado tremendamente en 2015, ya que en tan solo los primeros 10 días del año han muerto asesinadas 2.000 personas. Otras 750.000 tuvieron que abandonar sus hogares. Diversas estimaciones de la prensa local apuntan a que Boko Haram tiene ya en su poder unas 25 localidades entre Adamawa, Borno y Yobe; es decir, unos 20.000 kilómetros cuadrados (cerca de lo que ocupa la Comunidad Valenciana). Analistas nacionales y extranjeros coinciden en que la losa que pesa sobre los militares se llama «falta de moral» ante el poderío de la secta. Ultimamente, Boko Haram ha subido un escalón en su estrategia contra el Estado. Además, las posiciones del grupo terrorista en Nigeria han comenzado a servir de base de partida para extender sus incursiones a su país vecino, Camerún.
«Somalia es uno de los eslabones más frágiles del arco de crisis que se extiende desde Nuakchot hasta Mogadiscio; un país en el que más de veinticinco años de guerra civil, junto con la ausencia de estructuras estatales han convertido a esta antigua colonia italiana, en lo que se denomina actualmente un estado frágil, en el que se ha creado una situación casi endémica que propicia el desarrollo del terrorismo internacional. Para entender como se ha convertido Somalia en un estado tan frágil, es necesario hacer un análisis de la evolución del país partiendo del periodo de la colonización italiana y británica, continuando por la descolonización un tanto atípica, la larga dictadura de Siad Barre durante la Guerra Fría, cuya caída después de un desastroso conflicto con Etiopía provocó la eclosión de milicias islamistas, la consecuente la intervención de potencias extranjeras y, finalmente, la aparición a mediados de la pasada década, de una verdadera red yihadista cuya expresión más importante es el grupo Al-Shabab» que es autor de numerosas atrocidades y masacres entre las poblaciones indefensas.
Una vez más, parece que lo que ocurra en el Continente africano no afecte en demasía al resto del mundo, la expansión del yihadismo en el mismo es ya muy grande y los atentados, raptos, masacres y el número de desplazados y refugiados alcanzan cifras millonarias; pero sin embargo, la atención mundial fija su atención e interés mucho más en situaciones menos graves y/o casi las constriñe a lo que ocurre dentro de sus fronteras.
Las masacres provocadas por los diversos movimientos yihadistas y de otro tipo no cesarán en un futuro inmediato, la participación de diversas metrópolis como Francia o la creación de misiones militares internacionales para tratar de derrotar el terrorismo, en cualquier caso, no serán lo suficientemente fuertes y capaces para batirlos definitivamente. Solo la puesta en práctica de una fuerte misión internacional liderada por la OTAN o la ONU, pero bien dotada y con un claro mandato será eficaz.
Es más que probable que los esfuerzos europeos para combatir a los yihadistas en África den origen a diversos actos de terrorismo en Europa. Cosa que también se empieza a unirse al sentimiento de odio hacia lo europeo entre la comunidad musulmana no yihadista en África y otros continentes por las contra reacciones en Europa a los atentados sufridos en París. Son comunidades muy sensibles con su religión y no entienden como proporcionales dichos» actos de protesta» en los países occidentales.
La expansión del fundamentalismo islámico en África es un hecho que se da por descontado si no se toman medidas efectivas de carácter militar de forma coordinada entre los diferentes países africanos afectados o no y con importantes apoyos desde Occidente.
La profusión y actuación del yihadismo en sus diversas modalidades en el cuerno de África lleva muchos años poniendo en jaque a la Comunidad Internacional y la erradicación del problema en este caso no es sencilla, como no lo es para los demás.
El incremento hacia Europa de las migraciones masivas procedentes de África.- Tal y como acabamos de ver el Continente africano viene sufriendo numerosos avatares políticos, guerras, persecuciones por motivos: religiosos, grandes desequilibrios en la distribución de riquezas y del trabajo, corrupción muy extendida entre parte de sus gobernantes, deficiente industrialización, problemas en asuntos de sanidad y salubridad, explotaciones desorbitadas sobre complejos industriales o agrícolas, abusos sobre los derechos humanos y grandes movimientos terroristas extremistas; lo que unido a la elevada tasa de juventud en el continente, un 60% de sus población tiene menos de 25 años, hace que muchos de sus jóvenes sientan la tentación de lanzarse a aventura en búsqueda de «la tierra prometida», un trabajo, un hogar y unas condiciones sociales eficientes. El efecto reclamo de aquellos que lo lograron es cada vez mayor debido a la influencia de las redes sociales y el fácil acceso a los medios de comunicación.
La migración entre África y Europa, que existe desde hace mucho tiempo, constituye en este momento una realidad cada vez más presente en las relaciones entre estos dos continentes. Este intercambio es antes que nada una oportunidad, una fuente de riqueza cultural, social y económica para nuestros dos continentes. Pero también, es causa de profundos desequilibrios e incluso de muchos dramas humanos. Al no existir una reglamentación concertada entre los países de origen, de tránsito y de destino. Estos desequilibrios resultan preocupantes para todos dado que todos se ven amenazados, tanto en África como en Europa, elementos tan esenciales como la dignidad humana, el respeto a la soberanía de los Estados, la estabilidad del tejido económico y social o la garantía del orden público frente al crimen organizado. Todos estos son elementos decisivos para la estabilidad y el progreso de cada uno de nuestros países, y constituyen dimensiones indisociables de la asociación para el desarrollo entre Europa y África.
A las causas «naturales» de la emigración hay que añadir la importancia y relevancia de los grandes conflictos en gran parte del Continente que hacen que las familias con posibilidades se lancen a la aventura y para ello no dudan en caer en las manos de las mafias que obtienen importantes benéficos con esta nueva versión del tráfico de personas, muy similar a la esclavitud de antaño.
Las Leyes europeas para el control de la inmigración hacen muy difícil el tránsito de estas personas no reguladas por lo que los inmigrantes deben recurrir a un sinfín de procedimientos ilícitos y peligrosos para alcanzar territorio europeo, invirtiendo grandes sumas de dinero para sus posibilidades, muchos, demasiados, pierden sus vidas en el cruce del Mediterráneo y otros quedan en manos de la explotación usurera durante muchos años comerciando con sus personas o familiares hasta que salvan la deuda contraída.
Por otro lado, Europa se encuentra ahora en una tremenda situación de crisis económica, que conlleva mucho paro, pero a la vez es el continente que más envejece en el mundo por lo que necesita sangre nueva que provea los puestos de trabajo necesarios para mantener las altas condiciones de estatus social y bienestar que nos hemos fijado y que, de seguir la pirámide de edades en la misma tendencia real, será imposible de mantener. Esta diatriba obligará a tomar una serie de medidas coordinadas que puedan paliar las necesidades europeas y al mismo tiempo liberar a los africanos del penoso recorrido hasta alcanzar un puesto de trabajo en Europa.
Por el momento, son los países europeos ribereños del Norte del Mediterráneo los que sufren el impacto de las llegadas masivas e incontroladas de inmigrantes y deben absorber la mayor parte de ellos, problema que se agrava con el hecho de ser los que poseen un mayor índice de desempleo. Hecho este que hace nacer un determinado índice de xenofobia hacia dichas personas.
Europa debe desarrollar de forma coordinada y eficiente los suficientes planes de cooperación y desarrollo que sean capaces de retener en sus territorios a un elevado número de personas que ahora solo ven en nuestro continente su modo de subsistencia. Los apoyos a los gobiernos democráticos africanos para vencer los abusos sobre los derechos humanos, la creciente corrupción y las revueltas militares y terroristas también podrían ayudar a paliar estos flujos de emigración por necesidad perentoria. Igualmente, el apoyo sanitario al continente africano para vencer sus epidemias y pandemias es fundamental para otorgarles la suficiente seguridad sanitaria que nos les obligue a huir de sus países de origen por temor a los contagios.
Por otro lado, no se debe descartar, que sea uno de los métodos empleados para la introducción de grupos terroristas en Europa hasta que se logre el control eficaz de las personas que arriban de forma regular o irregular a sus fronteras y sea más difícil para los terroristas alcanzar su destino.
Los cambios en la situación política interna en EEUU.- El Partido Republicano norteamericano obtuvo a principios de noviembre de 2014 su mayor victoria electoral desde que el demócrata Barack Obama llegó a la Casa Blanca en 2009 como Presidente de EEUU. Impulsados por el descontento con su presidente y sus políticas erróneas y dubitativas tanto en el aspecto interior como exterior, por la apatía de los votantes demócratas y la falta de atención al voto hispano, los republicanos conquistaron el Senado, hasta ahora con una mayoría del Partido Demócrata, y ampliaron su existente mayoría en la Cámara de los Representantes.
Las elecciones conocidas como «de medio mandato», las últimas antes de que Obama abandone el poder en 2017, conceden a la oposición el control absoluto del Congreso y aíslan a un presidente debilitado y en retirada. La victoria culmina un periodo de seis años en los que, elección tras elección, los republicanos han ocupado nuevas parcelas de poder en Washington. En 2009 el Senado y la Cámara de Representantes eran demócratas. En 2010, los republicanos ganaron la mayoría la Cámara de Representantes. El último paso sería la conquista de la Casa Blanca dentro de dos años, cosa que parece más que segura.
La parálisis que ya arrastraba la administración americana desde que los republicanos dominaban la Cámara de Representantes puede acentuarse tras esta nueva victoria. Este partido es hoy más poderoso y dispone de más resortes para impedir nombramientos de altos cargos, iniciar investigaciones por casos de mala gestión o corrupción y desmontar leyes como la reforma sanitaria. El Presidente, sin embargo, preserva el poder de vetar las leyes del Congreso.
Esta nueva situación política en EEUU pone en riesgo o limita mucho algunas de las iniciativas que recientemente había adoptado Obama en el aspecto exterior con determinada repercusión en la política internacional global dado que aunque el Presidente mantiene algunas prerrogativas, para llevar a cabo acciones de determinada envergadura necesita el apoyo de la Cámaras.
Obama se ve forzado a emplear al máximo sus limitados atributos que le quedan bajo su autoridad para poder dejar alguna herencia positiva de su mandato en el campo internacional tras haberse demostrado el error de sus políticas por el precipitado abandono de Iraq (ahora se sufren dichas consecuencias), los potenciales problemas que puedan surgir en Afganistán al desaparecer casi por completo y de forma rápida el paraguas de la OTAN y norteamericano, la tibia reacción al problema de Ucrania y la forma y modo de plantear la lucha contra el EI a sabiendas de que la estrategia adoptada no es la más eficaz. Por ello, ha sorprendido a propios y a extraños con la renovación de las relaciones entre EEUU y Cuba y los posteriores pasos que se han dado en lo referente a abrir la mano en el tránsito de personas y determinados bienes (que no la total apertura de sus intercambios comerciales ya que estos se regulan por la conocida como Doctrina Monroe, cuya abolición debe ser aprobada por el Senado norteamericano).
Existen determinados indicios que apuntan a que se podría estar maquinando algún golpe de efecto a lo largo de 2015 con una mejora sustancial de sus relaciones con Irán y su programa nuclear a cambio de determinadas concesiones por ambas partes y un mayor apoyo efectivo iraní a la Coalición en su lucha contra el EI, aunque el Senado norteamericano, posiblemente consciente de ello y por las ya mencionadas últimas acciones iraníes, trata desde primeros de año de endurecer sus sanciones sobre dicho país.
La Nueva versión de la Doctrina militar rusa.- A finales de diciembre se ha firmado la nueva versión del documento base de la estrategia nacional en el campo de la defensa de su territorio, la Doctrina Militar. Rusia suele revisar su Doctrina de forma no periódica, las versiones anteriores son de 1993, 2000 y 2010. De esta nueva edición se subrayan los siguientes cambios:
• Considera que el aumento de las capacidades militares de la OTAN (escudo antimisiles) constituye una amenaza para su capacidad de respuesta y para la seguridad nacional.• El citado incremento de dichas capacidades y los planes para aumentar la presencia y capacidad de la Alianza hacia los confines de Rusia (actualmente sobre Polonia y los Países Bálticos y sobre Ucrania en un futuro) constituyen dos de las mayores amenazas externas.• Aunque no hace una clara mención al EI, si identifica entre sus mayores amenazas sobre la integridad y soberanía de su territorio la posibilidad de determinadas actividades terroristas, así como el desarrollo de acciones organizadas de propaganda antipatriótica que favorezcan los separatismos.• Aparece por primera vez en este tipo de documentos una clara mención a la protección de los intereses nacionales de la Federación rusa en el Ártico, asignando esta misión a sus fuerzas armadas desde tiempos de paz.
Aparte de estos cambios doctrinales, Rusia debe remodelar sus Fuerzas Armadas dado que en su mayoría se encuentran bastante obsoletas, principalmente en lo referente a sus fuerzas navales, principalmente en buques de superficie y portaviones (solo disponen de uno y bastante anticuado), aunque este proceso se ha visto retrasado tras la negativa de Francia, como consecuencia de los conflictos de Ucrania, en la entrega dos barcos de desembarco anfibio de última generación que les habían encargado hace pocos años y ya se encuentran en avanzado estado de fabricación. Sus aviones de combate también deben mejorar, por lo menos en número ya que fabrica muy pocos. Solo sus capacidades en ciberdefensa y ciberataque han crecido mucho en los últimos tiempos.
Su sistema de reclutamiento mixto para las tropas tampoco funciona bien del todo y acaban de anunciar la posibilidad de que los extranjeros que hablen ruso se podrán integrar en sus unidades como fuerzas profesionales.
Debido a la obsolencia de sus fuerzas y determinadas restricciones debidas a su situación económica, Rusia en pocos años ha debido reducir en unos 350.000 efectivos sus FAS, actualmente mantiene cerca de 850.000 soldados en total (la mayoría de leva durante un año) y tiene firmado un pacto militar con Armenia, Bielorrusia, Kazakstán, Kirguizistán, y Tayikistán a través del conocido como the Collective Security Treaty Organization, creado en 1992. Moscú, aparte de las tropas desplegadas en la Península de Crimea, también estaciona un número significativo de tropas en: Armenia (3,200), parte de Georgia y el Sur de Osetia (7,000), en la región separatista de Transnistria en Moldavia (1,500), Kirguistán (500), and Tayikistán (5,000).
Las Fuerzas de Asalto Aéreo, sobre la base de unos 35.000 efectivos y cuyo comandante responde directamente a Putin, constituyen las fuerzas de élite de reacción rápida de Rusia para situaciones de crisis. Un Mando de operaciones especiales, también bajo el mando directo de Putin, fue creado en el 2013 para llevar a cabo las operaciones especiales fuera de las fronteras rusas (parte de estas tropas son las que han actuado en diversas ocasiones en suelo ucranio).
Rusia es el tercer país del mundo que más gasta en defensa tras EEUU y China pero dista mucho de alcanzar los 7.000 millones de dólares anuales que precisa para conseguir en tiempo y forma los cambios que se ha marcado; a lo que hay que unir los problemas para su fabricación interna (excesivo costo, corrupción y pocos adelantos), la gran depreciación del Rublo (casi el 50%) y la tremenda bajada de los precios del petróleo del que su economía depende en más del 40%. Aunque, a pesar de la gravedad real de los problemas económicos que atraviesa, el único ministerio que no ha sufrido recortes en los presupuestos para 2015, es el de Defensa, lo que indica su clara determinación en llevar a cabo las directrices marcadas en su nueva Doctrina.
No debe descuidar la expansión en territorio OTAN del sistema antimisiles, elemento este considerado como comprometedor para sus sistemas de misiles en los que basa gran parte de su disuasión y/o amenaza si fuera preciso.
Sus compromisos de defensa colectiva cercana y los apoyos directos o indirectos en distintas partes del mundo pertenecientes o no a su área de influencia, le restan capacidades y absorben muchos recursos.Se estima que actualmente el Ártico contiene el 30% del gas natural por descubrir el mundo y aún permanecen por descubrir un 13 % de las reservas de petróleo en la zona, datos estos que son considerados por Moscú como fuentes importantes de inversión extranjera y críticos para el desarrollo económico del país. Por otro lado, tras la reducción de los hielos en la zona, el control de la ruta de Mar del Norte de Asia Oriental a Europa a través del Océano Ártico además de servir de elemento de seguridad y vigilancia militar, proporcionará una mayor y real oportunidad económica para el desarrollo de las infraestructuras en el norte de Rusia y supondrá un abaratamiento de los costes en el transporte de mercancías con las consiguientes ganancias para el que gestione dicha ruta.
El reciente y creciente interés expresado por otros países ribereños (EEUU, Canadá, Islandia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia) sobre los derechos territoriales y de sus aguas y recursos sobre y bajo sus aguas, han alimentado la determinación rusa de poner en valor su posición central en el Ártico y hacer prevalecer su papel con todo tipo de medios, incluyendo el uso de la presión militar, tal y como viene sucediendo a lo largo de 2014 con: el incremento y mejora de sus medios militares en la zona, la creación de nuevos Mandos dotados de modernas tropas, el aumento de ejercicios y maniobras de diverso calado en aguas y espacios aéreos próximos a los países bálticos y principalmente a Noruega (en el Mar de Barents). Hechos estos que han propiciado determinadas reacciones por parte de la OTAN en refuerzo de su flanco Norte.
El cierre de la misión de combate de la OTAN en Afganistán.-La Guerra de Afganistán comienzó el 7 de octubre de 2001, con el nombre de Operación Libertad Duradera (en inglés: Enduring Freedom), como una respuesta liderada por los norteamericanos a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU.
El objetivo declarado de la invasión era capturar a Osama Bin Laden, destruir al-Qaeda, y derrocar el régimen Talibán que había apoyado y dado refugio a al-Qaeda. Con posterioridad en 2003 se unió a esta guerra la conocida como Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, en inglés: International Security Assistance Force (ISAF), una misión de seguridad (liderada por la OTAN) que fue establecida por el CSNU el 20 de diciembre de 2001 por medio de la Resolución 1386.
Ambas misiones militares han sufrido numerosos desgastes en la consecución de sus objetivos en apoyo de las Fuerzas Nacionales de Seguridad Afganas (ANSF) y sus éxitos y progresos han variado con el tiempo y todo apuntaba desde la entrada de Barack Obama en la presidencia de EEUU que tenían fecha de caducidad. La sensación de certidumbre de la incapacidad afgana para llevar por si sola el peso de todas las operaciones militares precisas en su teritorio, tras poner un brusco punto y final a la presencia de tropas internacionales, tanto debido a la aún relativa inmadurez de las ANSAF para hacerse cargo total y exclusivamente de la seguridad como a la presencia de una insurgencia remanente, aunque sin duda bastante debilitada, pero con una capacidad de resiliencia más que probada, era compartida tanto por las administraciones occidentales como por la «nueva» élite política afgana.
Después de varios meses de titubeos y no pocas luchas intestinas entre los dirigentes afganos, el presidente Barack Obama, anunció el pasado 27 de mayo la continuación de una misión militar en Afganistán más allá de diciembre de 2014, basada en un acuerdo bilateral entre el gobierno estadounidense y el afgano – aún por formarse – y entre éste y la OTAN. Se corregía así la posible precipitación cometida en su día de anunciar el fin de estas misiones militares, dando paso a una nueva etapa en la que ha sido necesario reconfigurar la misión, diseñar el nuevo contingente y, con un objetivo simbólico y formal, oficializar el fin de ISAF y el inicio desde el muy reciente 1 de enero de lo que a la postre ha resultado convertirse en la misión Resolutte Support con el objeto de «proporcionar entrenamiento, asesoramiento y asistencia a las instituciones de seguridad afganas, hasta que éstas puedan hacerse plenamente cargo de los cometidos asignados, sin apoyo internacional».
Según lo planeado, los aproximadamente 12.000 soldados occidentales (9.800 de ellos norteamericanos y el resto de países aliados) permanecerán en territorio por un periodo de dos años. Las fuerzas asignadas parecen suficientes para llevar a cabo, exclusivamente, las misiones previstas de contraterrorismo y adiestramiento de las ANSF.
El diseño de la operación sigue, como es lógico, un proceso inverso a la estrategia formulada para la ISAF, de modo que en lugar de un proceso expansivo desde Kabul a las provincias, contempla el mantenimiento de las reducidas fuerzas internacionales en las distintas regiones del país durante 2015, para un posterior repliegue a Kabul, hasta abandonar definitivamente el país.
No obstante, el actual inquilino de la Casa Blanca avisó que, cuando abandone su puesto a finales de 2016, también concluirá definitivamente el despliegue militar de su país en Afganistán. La Administración Obama confía en que cuando un nuevo presidente estadounidense tome posesión de su cargo en enero de 2017, sólo permanezca en Kabul el personal de la Embajada, aunque «tenemos que reconocer que Afganistán no será un lugar perfecto, [pero] no es responsabilidad de EEUU convertirlo en uno».
No hay que olvidar que el estado actual de la situación de seguridad en Afganistán sólo ha sido posible tras lo que en su momento se denominó Surge. Un importante aumento de las tropas internacionales en hasta 40.000 efectivos con el fin de combatir decididamente y derrotar a los talibanes, privándoles del control de las zonas del país donde su influencia era mayor y desde donde obtenían la mayor parte de sus recursos humanos y económicos. Gracias a esta estrategia, la insurgencia sufrió un duro castigo y perdió la iniciativa de la que había gozado en los años anteriores. Se desconoce si las fuerzas afganas serán capaces de mantener la ventaja obtenida o precisará de mayores refuerzos.
El fin de las misiones internacionales puras de combate en Afganistán ha obedecido más a decisiones políticas que militares, por lo que la evolución de los acontecimientos nos dirá si se está frente a una situación similar, en todos sus aspectos, a lo que ocurrió con el abandono precipitado de Iraq.
Aunque Afganistán ha sido tradicionalmente la cuna y refugio de Al Qaeda, recientemente por contagio de su vecino Pakistán y/o como reacciones a determinadas acciones llevadas a cabo en occidente, tomadas como burla al Islam, el yihadismo en apoyo al EI ha venido en aumento lo que puede poner en peligro la seguridad de las fuerzas occidentales remanentes en el país.
- conflictos
- mundo
- análisis
- internacional
- ucrania
- OTAN
- ONU