En unos días el rey Felipe tendrá la gran responsabilidad de designar candidato para ser investido por el Congreso presidente del Gobierno. Esta ocasión no será una más, ni mucho menos de trámite ante la peligrosa deriva hacia la que se precipita la nación. He leído y escuchado diversas opiniones sobre lo que debe hacer el rey; generalmente tecnicismos porque la Constitución sujeta y obliga al rey y nada puede hacer. No estoy de acuerdo. Aquí la CE se estira como un chicle cuando la interpretan sectarios procedentes de la izquierda y llevan años haciendo lo que quieren con ella. El rey puede hacer mucho. Y debe hacerlo ahora. Y lo primero, quitarse la chapa de la Agenda 2030. Lo que nos estamos jugando los españoles -¡y la corona también!- no es la suerte de un gobierno ni la Constitución ni el Estado. ¡Es España!
Esta entrevista me la hizo hace unos días Eurico Campano para su espacio ‘La Retaguardia’ de Periodista Digital. En ella expongo mis razones.