Con la aplicación inconstitucional de un estado de alarma sui generis, sin control parlamentario, violando la ley y la Constitución, que acerca a este Gobierno a un régimen de dictadura, y tras los últimos acontecimientos, no sería sorprendente ver un acercamiento PP/PSOE que se manifestará, en primer lugar, en la renovación del CGPJ por el criterio de 3/5, lo que en el fondo significa que seguiremos como estábamos; es decir, PP y PSOE manejando a su conveniencia a los jueces del Tribunal Supremo (TS). Ambos partidos tienen mucho que ocultar; el PSOE, su mala gestión de la pandemia, que ha motivado numerosas demandas ante el TS. A pesar de la partidista intervención del fiscal Navajas, el PSOE no tiene asegurada la absolución de los jueces. El PP, por su parte, está enfangado por la operación Kitchen y por los papeles de Bárcenas. Teniendo en cuenta que su esposa ha sido condenada en firme a doce años de cárcel, ¿no tomará Bárcenas su desquite?
El entendimiento del PP y PSOE probablemente vaya mucho más lejos. A medio plazo, es previsible un gobierno en solitario del PSOE, sin Unidas Podemos, con el apoyo del PP para que salgan unos nuevos presupuestos que Bruselas pueda aprobar. De esta forma, el PP devolvería al PSOE el favor que hizo en su día, absteniéndose en la investidura de Rajoy, una vez apartado Pedro Sánchez de la Secretaría General, si bien temporalmente.
Las razones de esta predicción son varias:
- En los próximos meses varios miembros destacados de Unidas Podemos serán juzgados por el Tribunal Supremo, lo que dará un pretexto al PSOE para romper su gobierno de coalición.
- El PSOE de Pedro Sánchez se ha dado cuenta del rechazo que ha habido en Europa al gobierno de coalición PSOE/Unidas Podemos, con la advertencia del presidente del GRECO y del papa Francisco. Con el actual gobierno, España ha pasado en cuestión de meses a ser considerada el enfermo de Europa y un estado fallido, como señala la prensa europea.
- Veteranos socialistas, como Nicolás Redondo, César Antonio Molina, Joaquín Leguina, Felipe González, entre muchos otros, rechazan frontalmente la subordinación del PSOE a los intereses de podemitas y separatistas.
- El PP ha roto públicamente con Vox, tras el último discurso de Casado dando un golpe certero a Santiago Abascal, como pone de manifiesto el artículo de Juanma Lamet en El Mundo del pasado 23 de octubre, que, sin embargo, a los pocos días de la moción de censura de Vox se ha convertido en ciego y fallido.
- Caín mató a su hermano Abel. Pablo Casado ha querido matar a su hermano político Santi Abascal de un solo golpe certero en la nuca, pero no lo ha conseguido, porque Abascal y Vox siguen vivos y por mucho tiempo. Teníamos indicios de que el PP era un partido caínita, a la vista de su comportamiento con María San Gil, Rita Barberá, y Cayetana Álvarez de Toledo. Hoy España tiene la certeza. Se pueden hacer muchas críticas fundadas al PSOE; pero nunca ha manifestado esa tendencia caínita tan evidente contra sus propios dirigentes y bases como Génova 13.
- Vox sabía de antemano que esta moción de censura no iba a salir, lo que pretendía es que los partidos se retratasen, así lo habían expresado sus dirigentes. Y ciertamente que se han retratado. El problema es que se ha roto el retrato de la familia de la derecha y va a ser difícil recomponerlo, al menos durante bastante tiempo. El PP ha querido romper públicamente la foto de Colón y está siguiendo los pasos de Ciudadanos.
- Tras el discurso de Pablo Casado en la moción de censura, es evidente que se va a cumplir la predicción de Pablo Iglesias, de que Casado nunca llegará a ser presidente de gobierno, porque será incapaz de reunir los diez millones de votos necesarios, muchos de los cuales votaron a Vox en las últimas elecciones. El PSOE logró reunir los votos necesarios para la investidura de Sánchez, aliándose con los separatistas vascos y catalanes, y con los bilduetarras, algo que nunca haría el PP, ni tampoco los separatistas vascos y catalanes que no esperan ninguna concesión de los populares en su objetivo final de alcanzar la independencia; si no es de jure, al menos de facto.
- Hay que reconocer que, tras la moción de censura, el PSOE ha resultado ganador, pero no por sus propios méritos, sino por fallo del contrario. En los cuarenta años que llevamos de democracia en España, nunca ha habido un gobierno que mereciese una moción de censura tan fundamentada como el actual gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Los españoles estamos sufriendo con paciencia el peor gobierno, en el peor momento.
- En una comunidad de vecinos se nombra a un presidente para que haga frente a los problemas que puedan surgir, como una inundación en los sótanos del inmueble; pero no se le nombra para que ponga patas arriba a la comunidad. La soberanía reside en todos los vecinos reunidos en junta general y sólo ellos pueden tratar los temas que afectan a la comunidad de vecinos como tal. Se puede decir que España es una comunidad de vecinos que ha nombrado a Pedro Sánchez su presidente para que haga frente a los problemas que surjan, como la pandemia del Covid-19. Sin embargo, en vez de resolver la actual pandemia, Pedro Sánchez ha tenido como objetivo principal promover una crisis constituyente, en palabras del ministro de Justicia. Nombró a un filósofo como ministro de Sanidad para que formara parte de la mesa negociadora con los separatistas catalanes, indicándole que esa era su máxima prioridad. No es de extrañar que se haya realizado una gestión tan nefasta de la pandemia. Confiemos que los tribunales algún día pidan responsabilidades a quienes tenían que haber hecho frente a la pandemia y no han cumplido con su obligación. Si esta esperanza no se confirma, entonces España sí que sería un estado fallido.
- Con la ruptura manifiesta del PP con Vox, los socialistas tienen claro que su gobierno no peligra, siempre que moderen su política, separándose de podemitas y separatistas. Hoy día Ciudadanos no constituye un peligro para el PSOE, como tampoco lo constituye el PP, tras la moción de censura.
Considerando las razones antes expuestas, parece probable que Pedro Sánchez y su asesor áulico, Iván Redondo, que solo tienen como objetivo mantenerse en el poder, se darán cuenta de que conviene dar un giro de timón. Quien gobierna la nave es quien tiene el timón. Hoy el timón de la nave España no lo tiene Unidas Podemos, ni el PP ni Vox, como tampoco lo tienen los separatistas vascos y catalanes; el único que lo tiene, para bien o para mal, es el PSOE.
Los socialistas aguardarán a que los tribunales pongan a los dirigentes de Unidas Podemos en su sitio; pero terminarán rompiendo el actual gobierno de coalición, porque Pedro e Iván han demostrado que son astutos, oportunistas y carentes de escrúpulos.
Si se confirma la anterior predicción, creo que nos tenemos que alegrar, porque se habrá conjurado el mayor peligro: España habrá dejado de ser el enfermo de Europa y un estado fallido; habrá desaparecido la crisis institucional que estamos padeciendo, con ataques diarios al Rey y a los jueces; Europa respirará aliviada, porque podrá librar los fondos previstos que se utilizarán de forma razonablemente correcta. De momento, se habrá detenido la espiral separatista y la crisis constituyente en la que el Gobierno de coalición nos ha querido meter, sin que nadie se lo hubiera pedido.
Pero no nos engañemos, los problemas de fondo seguirán existiendo, como el control de la justicia por parte de los partidos, y el envite permanente de los separatistas vascos y catalanes, de tal forma que se seguirá sin poder estudiar en español en gran parte de nuestro país. Habremos dejado de ser un enfermo terminal, pero seguiremos estando enfermos.
En este momento el problema urgente es hacer frente a la pandemia del Covid-19 y para ello son necesarias dos medidas:
- Efectuar un análisis riguroso de los datos de transmisión de la pandemia que nos permita realizar un control racional de la misma, al menos hasta que en un año o dos se pueda vacunar a toda la población. Para ello habría que poner al socialista Miguel Sebastián, economista de profesión y experto en estadística, al frente de un grupo de expertos capaces de analizar un gran número de datos (big data). En España hay expertos en ese campo, y lo que necesitamos es que trabajen en equipo, de tal forma que se dicten unas normas para que, de forma homogénea, todas las Comunidades Autónomas faciliten sus datos de transmisión de la pandemia. Esto se tenía que haber hecho desde el minuto cero. Si el Gobierno no lo ha hecho ha sido para ocultar el efecto del 8M.
- Se debe realizar una auditoría de la gestión de la pandemia del Covid -19, tal y como han pedido un grupo de científicos españoles de reconocido prestigio en la revista “The Lancet”. Esta evaluación la deberían realizar expertos internacionales y su puesta en marcha no se debería demorar.
Una de las conclusiones que hemos sacado los ciudadanos, después de seguir la sesión de investidura, es que los partidos políticos van a lo suyo sin preocuparles el bien general, están sólo interesados en dañar al contrario y todos, sin excepción, tratan de evitar por todos los medios que los tribunales pongan en evidencia sus vergüenzas.
Es preocupante la noticia aparecida en Voz Populi de que PSOE, PP y Ciudadanos se emplearon a fondo para evitar que se realizase un Pleno del Parlamento europeo sobre el Poder Judicial español. Si nuestro CGPJ funciona perfectamente, ¿por qué tememos que sea investigado por expertos europeos? Nuestras centrales nucleares son auditadas periódicamente por la Organización Internacional de Energía Atómica con sede en Viena (auditorías Osart de la OIEA) ¿Por qué, de igual forma, no es auditada nuestra administración de Justicia? ¿De veras creemos que Europa nos puede ayudar?
Tenemos que agradecer a los políticos de todos los partidos que asuman la ingrata tarea de velar por nuestros intereses. Pero tienen que tener claro que, en el ejercicio de sus funciones, no están por encima de la ley y que pueden y deben rendir cuenta ante los tribunales como cualquier ciudadano. En la actualidad, con los aforamientos y con el control de los nombramientos del Consejo General del Poder Judicial- incluso con la mayoría de 3/5 – se sienten impunes, lo que no es bueno para España. Este es un problema que urge corregir, algo que nunca harán los partidos. Por eso los ciudadanos debemos exigir que se nombren a los miembros del CGPJ de acuerdo con el artículo 122.3 de nuestra Constitución, sin interpretaciones interesadas.