Victimas del proceso separatista: Españoles Catalanes

Víctimas y héroes

Tras la mascarada del pasado 6 de septiembre donde el Parlamento catalán escenificó la esperpéntica proeza de ignorar y vituperar el derecho de las minorías presentes, negándoles incluso el uso de la palabra, el desafío secesionista no tiene vuelta atrás. Avanzan ajenos a la realidad vulnerando elementales normas jurídicas y en evidente contradicción con la Constitución española, Carta Magna de garantías de españoles todos y por ello de los catalanes. Además,  con la soberbia del necio y ofuscado, pretenden dar barniz democrático a un engendro antijurídico (Ley de convocatoria del Referéndum y Ley de Transitoriedad) que no merecen llamarse Leyes por su sectarismo antidemocrático. No hay democracia posible por encima de la Ley, recuerdan los clásicos.

Llegados a este punto, los políticos descaradamente sediciosos van hilvanando una estrategia de hechos consumados abocada al fracaso y que choca frontalmente con la Constitución y el Estado de Derecho. Ellos lo saben y dicen que no les preocupa porque niegan la legitimidad de los Tribunales del Estado español; Constitucional, Supremo y TSJ de Cataluña, y por ello no piensan acatar  ni cumplir ninguna sentencia o disposición que dicten dichos Tribunales. La subversión está servida de manera obscena ante millones de españoles asombrados y desconcertados ante la intensidad clamorosa del desafío a España.

Un héroe. Monumento al general Prim en Reus.

Conocen perfectamente los sediciosos que en esta situación límite los Tribunales de Justicia no bastan para encauzar la política catalana dentro del orden constitucional. No bastan por su desesperante lentitud, por su exceso de garantismo y por cierta actitud, a veces medrosa, ante esta situación inédita que requiere desde el inicio enorme voluntad de decisión y astucia del Gobierno de España,  así como asumir y ejercer la capacidad coercitiva del Estado de Derecho con todas sus consecuencias. Las herramientas  son varias, unas amparadas por la Constitución y otras  por leyes posteriores destinadas a  proteger la integridad territorial del Estado español y la igualdad de todos los españoles en sus derechos y libertades. Pero ante este desafío flagrante  que ya ha cruzado la línea roja donde la democracia acaba y comienza el golpismo, hasta este momento crucial no ha habido una presencia activa del Estado que protegiera a millones de catalanes que desean seguir siendo españoles porque aman España.

A pesar de ello, y ante las dificultades de difícil superación en el ámbito nacional e internacional, los líderes de los partidos y grupos separatistas necesitan héroes con urgencia. Es la herramienta del victimismo nacionalista radical. Héroes y victimas  que pudieran justificar la sagrada causa de una Nación inventada en el delirio de las mentiras, torticeras maniobras cuajadas de rancio romanticismo y ello con la complicidad  de la mayoría de los medios de comunicación de Cataluña entregados sin reserva a una causa que podría acarrear consecuencias dramáticas para España y para Cataluña. Necesitan ensalzar las intentonas de otros tiempos revueltos y recuperar las “gestas” soberanistas de Fransec Maciá o de Lluís Companys por citar el siglo XX. Resucitar las pasiones divisorias y el odio que ha emponzoñado los sentimientos de honestos ciudadanos catalanes encuadrados ahora rígidamente en esta gran farsa histórica.

Pero la negación o la deformación sectaria de la Historia no restan valor al inmenso patrimonio común que durante siglos ha conformado esta Nación llamada España. Una vieja Nación  con luces y sombras, fracasos y victorias que han dado alma a este territorio inigualable que alberga los sentimientos de millones de españoles y catalanes. Y en este ancestral recorrido Cataluña ha sido una entrañable tierra de hombres valientes que han aportado grandes gestas y epopeyas de la única Historia que nos une en un reguero inextinguible de desolación, abnegación y gloria donde se derramó sangre catalana hermanada con la de asturianos, gallegos, andaluces, aragoneses, vascos y castellanos… y de todas las tierras y regiones de España. Y esa gran leyenda es imposible desterrarla de los sentimientos de los españoles de bien, la inmensa mayoría.

Estos sectarios políticos secesionistas necesitan héroes y victimas para la inmolación ritual en esta causa perdida. Pues tienen muchos que ensalzar y donde elegir. Comenzando por el General D. Juan Prim y Prats, nacido en Reus, Presidente del Gobierno de España y valedor de gloriosas páginas de nuestra historia. Igualmente podrían ensalzar a Victoriano Sugrañés, que lució en su pecho tres cruces de San Fernando. Junto al llamado Batallón de Voluntarios salidos de Cataluña y bendecidos por el Abad de Monserrat, lucharon por España en la toma de Tetuán hace ahora 158 años. Y un soldado catalán, Luis Baró y Roig, puso la bandera de España en la loma más alta de Tetuán el 6 de febrero de 1.860. De los 460 voluntarios catalanes solo volvieron a España  237. Y fueron recibidos con júbilo en Madrid y Barcelona, donde fueron condecorados por los gobernantes de la Generalitat y la ciudad engalanada con banderas españolas y catalanas. O los paisanos de Gerona organizados en milicias al mando del General Jaime García Conde, que resistieron bravamente el asedio de la ciudad por las tropas de Napoleón al mando del Mariscal Suchet. Los catalanes resistieron llegando a la lucha cuerpo a cuerpo al grito de “España a muerte”, y  Gerona mantiene vivo el orgullo de ciudad  heroica  en la guerra por la independencia de España frente a la Francia napoleónica.

Ahí tienen héroes donde elegir, y los necesitan con urgencia, pero solo cuentan con necios fanatizados abducidos por un delirio de incalculables consecuencias. ¡Qué triste episodio para la historia! ¡La Gran Cataluña en manos de necios fanatizados  disfrazados de políticos!. Concluyo citando a un gran estadista del siglo XX , Presidente  de la II República española e icono de las izquierdas republicanas, D Manuel Azaña se pronunció en plena  Guerra Civil sobre el desafío de aquellos otros exaltados políticos catalanes y afirmó lo siguiente; ” No estoy haciendo la guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino. No hay más que una Nación.. ¡ESPAÑA¡. Antes que consentir campañas nacionalistas que nos lleven a desmembraciones que de ningún modo admito, cedería el paso a Franco”.

Acerca de Jose Maria Martinez de Haro

Doctor en Derecho, Licenciado en Ciencias de la Información. Profesor y Periodista.Ha sido Director del Gabinete de Comunicación de D. Adolfo Suárez, Asesor de la Presidencia del Gobierno con D. Leopoldo Calvo Sotelo, Subdirector de Medios de Comunicación Social del Estado, Director de la Voz de AlmeríaConsejero de la Presidencia del Grupo 16, Profesor Colaborador de la Facultad de Derecho de la UCM